La reforma laboral aprobada en Brasil, con alarmantes condiciones de flexibilización para los trabajadores, pareció envalentonar al gobierno de Mauricio Macri para plantear una modificación similar en la Argentina. Ayer, fue el propio ministro de Trabajo, Jorge Triaca, el que admitió que el Ejecutivo está trabajando en un paquete de leyes que cambien las relaciones de trabajo e instó a los sindicatos y al sector empresario a “analizar la productividad con la madurez que se requiere”.
En diálogo con El Ciudadano, referentes del gremialismo rosarino manifestaron que estarán en contra de cualquier reforma laboral que atente contra los derechos de los trabajadores e instaron a los legisladores de la oposición a estar a la altura de las circunstancias para evitar que el gobierno nacional logre su cometido.
El paquete de leyes aprobado en Brasil cambia el sistema laboral en el país vecino al restarle poder a los gremios, dar luz verde a una jornada de trabajo de 12 horas y crear un modo de contratación mediante el cual el empleado se encuentra a disposición del empleador, entre otros puntos.
El secretario general de la UOM Rosario, Antonio Donello, consideró que al menos el gremio metalúrgico “no va a dejar que avasallen los derechos de los trabajadores con una reforma laboral”.
Al plantear la reforma, Triaca se refirió a la “productividad”. Para Donello, ésta “se mejora con tecnología y no explotando a los trabajadores. Si el ministro de Trabajo quiere modificar las leyes laborales, tiene que hacerlo a favor del trabajador. Nunca vamos a aceptar algo inferior a lo que tenemos”, aseguró el precandidato a diputado nacional del Frente Justicialista, tercero en la lista que encabeza Alejandra Rodenas.
En coincidencia, el titular de Smata Rosario, Marcelo Barros, se manifestó “totalmente en contra de la reforma que quiere hacer el gobierno”. Además, criticó: “Esta gente quiere destruir al trabajador. Es una mentira lo de la productividad, porque la evalúan en función a lo que dice la patronal, no es una evaluación conjunta. Cada vez que se habló de mejorar la productividad, perjudicaron al trabajador”.
Desde La Bancaria y Obras Sanitarias también expresaron a El Ciudadano sus preocupaciones.
“Hay que oponerse a cualquier intento de reforma laboral. En los 90 ya hemos vivido una experiencia donde los instrumentos flexibilizadores se promocionaron para defender el empleo y el resultado fue pérdida de puestos de trabajo y precarización laboral”, señaló Matías Layús, líder de los bancarios rosarinos.
Por su parte, Oscar Barrionuevo, histórico dirigente de Obras Sanitarias, expresó: “Si lo que plantean acá es similar a lo de Brasil, el movimiento obrero debe rechazarlo de inmediato y tener una actitud de lucha”.
Un fantasma brasileño
La aprobación en Brasil del paquete de leyes que flexibilizan las relaciones laborales y precarizan al trabajador alertó a los gremios argentinos y las palabras de Triaca sólo sumaron preocupación. Para los líderes sindicales de Rosario, la reforma del gobierno de Michel Temer fue “una cosa terrible”.
“Lo de Brasil se acerca mucho a la esclavitud y lo peor es que el gobierno de Macri también apunta para ese lado”, señaló Barros. Barrionuevo apoyó esa idea: “Es una cosa terrible para los trabajadores brasileños”.
En tanto, Layús explicó: “Con la excusa de desandar lo transitado en los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff, el gobierno de Temer retrocedió; pero no 10 años, sino más de 40. En la Argentina está sucediendo lo mismo y si logran la reforma que quieren volvemos a la década del 30”.
“En defensa propia”
Los trabajadores todavía tienen una carta. La reforma que impulsa el gobierno necesita de la aprobación del Congreso. Por eso, las elecciones legislativas de octubre cobran vital importancia, ya que definirán si el oficialismo contará o no con la mayoría que le permita sacar la reforma.
“Alertamos a los trabajadores para que comparen como se vivía dos años atrás y como viven ahora. El gobierno anterior (de Cristina Kirchner), con aciertos y errores, nunca dejó a los trabajadores en la situación que están ahora”, apuntó Donello. Layús también pidió a sus compañeros bancarios que piensen su voto: “Tenemos que votar en defensa propia. Como trabajadores no deberíamos elegir a referentes del oficialismo, sino votar a aquellas personas que nos garanticen que no van a avalar en el Congreso las leyes que atentan contra los laburantes”.