Los santafesinos aún no logran equilibrar las cuestiones de género en el ámbito del trabajo. De acuerdo a un informe del Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec), el número de trabajadores hombres activos supera en un 26 por ciento al de las mujeres a nivel nacional. Los datos corresponden al período 2010-2011 y fueron dados a conocer por la titular del Instituto Municipal de la Mujer (IMM), Andrea Travaini. Por su parte, en el Gran Rosario se señala que hay 238.215 mujeres en edad activa de las cuales trabaja el 44,5 por ciento. En los varones hay 352.500 de los cuales se desempeña laboralmente el 73 por ciento, cifra que supera largamente a la femenina.
“Si bien las brechas entre los hombres y mujeres ocupados se ha acortado en los últimos años, en base a los datos estadísticos obtenidos nos dimos cuenta de que sigue habiendo una marcada diferencia y es por eso que nos pusimos a trabajar en este tema”, agregó la funcionaria.
La iniciativa que refirió es impulsada desde el ejecutivo a través del IMM junto con la Secretaría de Producción y Desarrollo Local. Para ello ofrecen como incentivo a las empresas privadas que aspiren a una distribución más justa de los puestos de trabajo, la entrega del denominado sello de equidad laboral.
El informe del Ipec da cuenta de que la Argentina posee un total de 40.091.359 habitantes, de los cuales 19.575.219 son hombres y 20.516.140, mujeres. A su vez, 10.416.600 pertenecen al sector ocupacional activo. Aunque los números muestran una paridad en el índice habitacional, el tema del género en los ámbitos de trabajo indica que sólo 4.440.000, sobre el total de puestos laborales, son llevados adelante por el sector femenino.
Por su parte, Simón Mass, coordinador de la sede Rosario de Servicios de Empleo Amia, comentó que “se percibe esa tendencia por parte de las empresas de condicionar el género de los aspirantes, pero también notamos ciertas tendencias, aunque de manera progresiva, a modificarse”.
La organización que representa cuenta con una base de datos que ronda los 250 mil postulantes en la ciudad. Según aseguró, desde el trabajo de asesoramiento e intermediación laboral que llevan adelante tratan de cambiar esa tendencia.
“Tratamos de recomendar a las firmas que en los avisos pongan sexo indistinto. A veces nos llaman para buscar un encargado en control de obras y dicen que tiene que ser un hombre porque tendrán que lidiar con sindicatos o con personal masculino. Nosotros escuchamos pero luego sugerimos que no tiene que ser necesariamente así y que hay mujeres con gran capacidad de liderazgo”, remarcó.
Incentivo a las buenas prácticas
En cuanto al mecanismo de implementación del Programa de Certificación de Equidad Laboral, Travaini explicó que el municipio pondrá a disposición de las empresas diversas herramientas para que adquieran nuevos métodos de búsqueda de personal. “Esto no va a ser algo obligatorio, va a ser un proceso que incluso no se va a hacer una única vez”, añadió.
Además, dijo que uno de los pasos tendrá que ver con una evaluación de la posible firma contratista y otro de los puntos consistirá en que acepten la formación de un comité de trabajo interno “que se encargue de actuar y que esté integrado por gente del IMM y de la Secretaría de Producción y Desarrollo. “Las empresas también deberán llevar adelante algunos ítems o recomendaciones y cuando eso esté realizado, recién ahí la firma tendría el sello de equidad”, añadió.
Entre las propuestas del programa presentado por el Ejecutivo está el que las empresas establezcan algún criterio en relación a la flexibilización de los horarios de trabajo para las mujeres, pero también para los varones. “Cuando lo discutíamos en el equipo pensábamos que si hay una reunión de padres (aunque siempre vamos las madres), que tanto varones como mujeres, dentro de la empresa, tengan permitido ir. Porque siempre la que pide permiso en el trabajo para esas cuestiones es la mujer. Nos parece que son ciertas pautas que puede aceptar una empresa para generar un mejor clima laboral, porque si no son siempre las mujeres las que, en detrimento de sus compañeros varones, piden permiso para todo”, afirmó.
Por último, tanto Travaini como Mass coincidieron en que hay una leve mejoría en la distribución más equitativa de los puestos de trabajo, pero que sin embargo todavía falta un arduo camino por recorrer para lograr mayor paridad de género en el ámbito laboral.
DISCRIMINACIÓN
De acuerdo a un informe del Inadi, “en la Argentina las principales causas habituales de discriminación en el acceso al empleo suelen ser el género, la edad (la preferencia por un determinado rango etario) y los caracteres físicos que se pretenden de acuerdo con un determinado modelo estético impuesto”. En Estados Unidos o en Europa la ley prohíbe poner datos personales en el currículum vitae. “Sólo se permite indicar los estudios, competencia o formación profesional. Incluso, hay formatos únicos para la presentación de los currículum y en ese sentido, en Argentina, estamos muy atrasados”, dijo Simón Mass, coordinador de la sede Rosario de Servicios de Empleo Amia.