Dicen que los mercados no tienen corazón, aunque ahora, tras la muerte de Néstor Kirchner y las masivas muestras de apoyo al gobierno que le siguieron, está por verse si es que tienen un cerebro que funcione, a la hora de comprender la dimensión de los acontecimientos políticos.
La noticia es conocida: el día que murió Kirchner las acciones de las empresas argentinas que cotizan en Wall Street se dispararon y también lo hicieron los bonos de la deuda pública argentina: el “riesgo país”, del que tanto se hablaba cuando el ex presidente asumió, llegó a un piso histórico.
Toda la prensa especializada internacional dio cuenta de que se trataba de una apuesta de los mercados a que la Argentina, con la muerte de Kirchner, adoptará, por fin políticas económicas más ortodoxas.
Después de todo, si algún “broker” no sabía quién había sido el ex presidente, la definición de la tradicional agencia Associated Press (AP) no dejaba lugar a dudas a los lectores norteamericanos.
“Kirchner, quien condujo a la Argentina fuera de la crisis y la inestabilidad política con un populismo izquierdista que emocionó a los pobres y exasperó a los ricos, murió en forma repentina de un ataque cardíaco este miércoles”, señaló la agencia fundada en el Siglo XIX.
Los mercados salieron a la compra de acciones de grandes empresas argentinas y bonos de la deuda.
Los analistas se animaron a afirmar que con un candidato “populista” menos en la carrera hacia 2011, Wall Street tendría más posibilidades de ganancias con activos locales en sus manos.
Recién después se vieron las masivas muestras de afecto y apoyo hacia la presidenta Cristina Kirchner en los funerales de su esposo.
En las últimas horas, el diario The Financial Times, la voz de la city londinense, en su influyente columna “Lex”, dio a entender, aún con su habitual lenguaje hostil a los gobiernos latinoamericanos, que en cuestiones de política, los mercados suelen equivocarse.
“Los mercados financieros pueden ser eficientes en valorar, digamos, resultados corporativos. En temas más grandes, suelen equivocarse”, señaló el diario, al realizar un análisis sobre la disparada de los papeles de la Argentina.
Ratificó que, en su opinión, las políticas de Kirchner y continuadas por su esposa son “definitivamente inflacionarias y probablemente malas para el país en el largo plazo”.
De todos modos, agregó: “El debilitamiento del poder de los Kirchner puede ser bueno para los mercados, pero los 13 puntos porcentuales de aumento en las acciones de la Argentina no tuvieron sentido”.
El Financial Times destacó que las políticas a las que llamó “populistas” no fueron inventadas por Kirchner sino que lo preceden y destacó que los números que exhibió como presidente estuvieron “bien”.
Tampoco dejó de destacar que “bajo el mandato de su esposa el país incluso tuvo buenas relaciones con los prestamistas internacionales”.
Recordó el diario, además, que cuando Lula da Silva asumió el poder en 2002, las acciones brasileñas se desplomaron y que eso fue una equivocación, a la luz de los resultados económicos posteriores del país.
“Evidentemente, los mercados, como la gente, le atribuyen demasiado a los individuos mortales”, admitió el diario color salmón que todos leen en las bolsas del mundo.
Quizás haya sido una nueva victoria de Kirchner sobre los mercados, esta vez póstuma.
Similar a la que les produjo cuando renegoció contra todos los pronósticos la deuda pública argentina y logró la mayor quita en la historia de las cesaciones de pago o cuando dijo que “hay vida después del Fondo”.