Los 33 mineros atrapados en la mina San José del norte de Chile sobrevivieron a su encierro bajo un estricto régimen de disciplina, realizando sus labores diarias y respetando los escalafones de mando, confirmaron ayer las autoridades que trabajan en el rescate.
El grupo, atrapado desde el pasado 5 de agosto, siguió siempre las instrucciones de su jefe de turno, el topógrafo Luis Urzúa, de 53 años, y los consejos de Mario Gómez, de 63 años, el más experimentado de los mineros, con cinco décadas de trabajo en los yacimientos del desierto de Atacama.
Los trabajadores, que deberán esperar tres a cuatro meses para ser rescatados, establecieron zonas para comer, dormir y circular, racionaron la comida y fijaron turnos de guardia.
Las autoridades temían que los trabajadores estuvieran muertos y que en el mejor de los casos padecieran crisis de pánico, estuvieran obnubilados y con pérdida de capacidad de conciencia. Sin embargo, lo primero que hicieron los mineros al reestablecer contacto con la superficie fue preguntar por el estado de sus compañeros de trabajo, a los que temían afectados por el derrumbe.
También preguntaron sobre fútbol y pidieron cervezas para sobrellevar el calor y humedad que hay en las profundidades del desierto.
Las autoridades esperaban ampliar a tres los ductos de diez centímetros de diámetro por los cuales envían víveres, agua y comunicaciones al tiempo que perforarán un pozo mayor, de 66 centímetros de diámetro, por donde sacar a los hombres atrapados.
Lo que actualmente preocupa a los equipos médicos instalados en el lugar es el hecho de que varios operarios padecen diabetes, hipertensión y silicosis, la enfermedad pulmonar de los mineros.
Un primer chequeo a distancia reveló que todos deben rehidratarse y comenzar una dieta especial, para fortalecer las paredes de su estómago.
El gobierno solicitó ayuda a la Nasa para acceder a alimentos altamente concentrados para personas en aislamiento, como los que reciben los astronautas de la Estación Espacial Internacional.
Diversos psicólogos recomendaron también enviar juegos a los mineros, para facilitar su entretenimiento y contener depresiones futuras.
Los trabajos de perforación del ducto por donde los mineros atrapados serán sacados a la superficie se iniciarán “de aquí al fin de semana”, dijo ayer el ingeniero a cargo del operativo, André Sougarret.