El jueves pasado, cuatro integrantes de los Monos, entre ellos sus cabecillas, fueron sacados del pabellón 7 de la cárcel de Piñero y alojados en boxes, por disposición del Servicio Penitenciario de Santa Fe. El aislamiento en un lugar reducido y sin contacto con otros internos motivó que, el viernes pasado, sus abogados presentaran un habeas corpus durante la feria judicial para denunciar nuevamente el agravamiento de las condiciones de detención. En paralelo, toda la población penal del pabellón 7 firmó un pedido dirigido a las autoridades penitenciarias para que el cuarteto vuelva a convivir con ellos.
Ramón “Monchi” Machuca, Ariel “Viejo” Cantero, Mariano «Gordo» Salomón y Andrés “Gitano” Fernández fueron trasladados sorpresivamente el jueves último y alojados en un lugar donde Monchi ya había estado 15 días el año pasado, hasta que un juez ordenó que fuera repuesto en un pabellón común.
Uno de sus abogados, Fausto Yrure, dijo que estas medidas no responden a medidas de seguridad ni a sanciones sino a “la mortificación permanente y hostigamiento constante” que ejercen las autoridades sólo contra ellos.
El defensor dijo que esta medida es parte de un “manoseo constante” en cuanto al lugar de detención que ha incluido traslados y situaciones de aislamiento, incluso desobedeciendo resoluciones judiciales. En ese sentido recordó que se encuentra vigente un habeas corpus que presentó Monchi, a través del cual el juez Carlos “Carbone ordenó al Servicio Penitenciario que lo aloje en un pabellón común gozando de todos los derechos que goza cualquier otro interno”. Por eso, el abogado aclaró que estando vigente esa resolución y no habiendo mediado ninguna sanción ni situación que justifique una medida de aislamiento o cambio de pabellón corresponde que sean devueltos a su lugar de alojamiento “en las mismas condiciones que cualquier otro interno de la provincia de Santa Fe”.
Yrure agregó que un día antes del comienzo de la feria judicial “se hizo lugar a un recurso de habeas corpus donde Monchi pedía autorización para ir a la escuela que funciona dentro del penal, porque no se lo permitían. Y que la Justicia ordenó al Servicio Penitenciario que lo lleven y le garanticen la educación. “Lejos de cumplir con lo que establece la ley de ejecución penal, a los cuatro días lo sacan del pabellón normal y lo ponen en una celda de aislamiento”, se quejó.
El lugar de alojamiento de los referentes del clan Cantero ha sido un tema de disputas recurrentes entre los poderes Ejecutivo y Judicial, sobre a quién le corresponde decidir dónde quedan presos los acusados. También se vio involucrada la Justicia federal, al menos en el caso de los detenidos en el fuero provincial que a la vez están encausados por infracción a la ley de Drogas. Semanas atrás, el traslado de Ariel «Guille» Cantero, Jorge «Ema» Chamorro y Luis Pedro Peñalba, todos encausados en el expediente Los Patrones, fueron trasladados de prisiones federales fuera del territorio santafesino.
