Ariel Máximo Cantero, alias Guille, y tres de sus consortes de causa, Jorge “Ema” Chamorro, Leandro “Gordo” Vilches y el policía Juan “Tiburón” Delmastro, solicitaron la televisación del juicio por asociación ilícita, caso conocido como megacausa, con eje en la banda de los Monos y cuya fecha está pautada para el próximo 21 de junio.
Con varios dimes y diretes se llega a la fecha del juicio. Hay diversos pedidos vinculados con el requerimento de que Ramón Machuca, alias Monchi Cantero, también sea llevado a juicio –su trámite está más atrasado que el del resto de los imputados–, incluso con la recusación de los magistrados que intervienen en el caso. Primero a Ismael Manfrín, juez de trámite, quien con sus pares Marisol Usandizaga y María Isabel Más Varela fueron sorteados para presidir el juicio oral. El magistrado fue cuestionado por “prejuzgamiento y temor de parcialidad” aunque Manfrín rechazó el planteo y la Cámara apoyó su postura. Ahora fue el turno para la recusación del camarista Daniel Acosta, quien intervino en varios planteos ante segunda instancia y fue quien admitió la incorporación de la prueba que pretendía la defensa y tiene como eje la actuación del juez instructor Juan Carlos Vienna. Los acusados, a través de su defensor Fausto Yrure, solicitaron la televisación del debate oral. Con base en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el letrado sostuvo que la televisación de los juicios orales no sólo asegura la libertad de prensa sino también el derecho a la información de la sociedad que por una cuestión de capacidad física de la sala no puede acceder.
En apoyo al requerimiento, Yrure citó un antecedente en la provincia: cuando una audiencia oral de vista de causa en el marco del jury de enjuiciamiento del entonces juez de Rufino Carlos Fraticelli fue televisado en directo a través de un circuito cerrado y luego esas imágenes fueron retrasmitidas por canales de aire y cable. A su vez se habilitó una sala de prensa contigua para el trabajo de los distintos medios periodísticos. El defensor solicitó que se reedite para el caso este método. Sostuvo que la Corte cuenta con la tecnología para ello y a los fines de concretar el principio de publicidad del juicio solicitó la televisación en un sistema de circuito cerrado para luego retrasmitir esas imágenes por un canal de aire o cable.