Por Luciano Couso / Télam
Doce personas fueron detenidas esta semana en Rosario como parte de una banda narco ligada a Los Monos y otras seis quedaron presas por la venta de dólares a dicha famosa organización criminal que, para la justicia, hace años dejó de existir como una estructura articulada y ahora opera en células autónomas, “regenteando el territorio por medio de la violencia”.
Desde el asesinato de su líder Claudio “Pájaro” Cantero, en 2013, y la posterior caída de sus principales cabecillas ese mismo año, Los Monos tiene a sus referentes presos y mutó de una organización criminal más o menos compleja a una estructura celular “que vende seguridad y violencia”.
“No es más la logia de la causa ‘Los Patrones’“, dijo a Télam una fuente de la Justicia Federal rosarina que investigó a los miembros de Los Monos, en referencia al juicio oral en el que su líder tras la muerte del “Pájaro”, Ariel Máximo “Guille” Cantero, fue condenado por “bajar droga desde el norte” para comerciar en esta ciudad santafesina.
“Ahora es una banda atomizada que obtiene dominio territorial a los tiros, y lo que pasa por esos territorios es de ellos: casinos clandestinos, falopa, extorsiones”, abundó la fuente, que pidió reserva de su identidad.
Para eso, continuó, tiene a su alcance “mano de obra barata y fungible, porque todos los pibes quieren trabajar para ellos”, por lo que hay “una oferta muy grande en los barrios”.
Por su parte, el fiscal ante el Tribunal Oral Federal 3 de Rosario, Federico Reynares Solari, que acusó a Guille Cantero en la causa “Los Patrones” en 2019, dijo a Télam que lo que más lo “asombró” fue que Los Monos “era como una marca registrada, que habilitaba un dominio territorial en zona sur”.
“Les resultaba más sencillo vender su prestigio y su violencia”, agregó el fiscal.
Así, el nombre de la banda se convirtió en una suerte de “franquicia” que abre puertas en el mundo criminal, otorga prestigio y, hasta en ocasiones, ha sido utilizado por personas para cometer delitos en su nombre, que oficia como “cartel”.
En una escucha telefónica de una causa de 2021, en la que Guille Cantero está procesado como ideólogo desde la cárcel de una banda que copó a fuerza de balaceras y asesinatos el barrio Godoy de Rosario, territorio que administraba su rival Esteban Alvarado, el capo narco condenado a perpetua en junio, queda claro el peso de la “marca” de la organización criminal.
En ese sentido, una chica le dijo a su novio, que está preso y opera para Cantero: “Si vienen y preguntan para quién trabajo le digo para Guille (…) le voy a decir a los pibes que si les preguntan para quién laburás, para Guille.”
En el mismo expediente judicial, un hombre sindicado como vendedor de drogas para la banda en la ciudad de San Lorenzo, Marcos “Pato” Mac Caddon, le habló a Cantero, que está en prisión, para ofrecerle un negocio.
“Vos analízalo y fíjate y decime qué querés que hagamos, lo hacemos, yo te repito como ayer, yo respondo para vos”, dijo el hombre, que buscaba el aval del jefe de lo que fuera la banda de Los Monos.
“Estamos hablando de un negocio grande, entendés, por eso te lo quiero ofrecer a vos, para que vos me des el apoyo y yo te voy pasando para allá, de lo que te daban, ¿te daban seiscientas lucas?, te damos un millón por semana”, ofreció Pato al narco preso.
Esas escuchas coinciden con la mirada de la fuente citada, quien aseguró que “ellos ahora regentean el territorio a través de la violencia, dicen quién puede vender, quién puede extorsionar”.
“Los que operan en los barrios son otros, pero ellos tiene un dominio territorial a través de la violencia, son autónomos. Los que comercian les tienen que pagar a ellos para poder hacerlo”, abundó el informante judicial.
En tanto, los doce detenidos de la semana en una causa por drogas están ligados, según la investigación, a Celestina Contrera, madre de Guille y del asesinado Pájaro Cantero.
Este año también fue arrestado por tenencia ilegal de armas un chico de 18 años, Uriel Luciano Cantero, alias Lucho, hijo del Pájaro.
El Viejo Cantero, primer jefe de la banda, “tiene muchos hijos, Lucho, el Dylan, que hasta antes de caer presos tenían la misma lógica”, agregó la fuente mencionada.
Conocida por su ferocidad y expansión territorial en los últimos años, Los Monos tiene su origen en un clan familiar, los Cantero, cuyo primero líder fue Máximo Ariel, conocido como El Viejo, quien aún continúa activo.
Según testigos que declararon en causas judiciales, el origen de su actividad delictiva fue el cuatrerismo y los robos en el extremo sur de Rosario.
Lo que se conoció como la banda de Los Monos –desarticulada a partir de 2013- inició sus actividades ilícitas en los barrios La Granada y Las Flores, donde a principio de este siglo protagonizó una salvaje disputa territorial con otro grupo llamado Los Garompa.
Triunfantes en esa contienda barrial, Los Monos iniciaron su expansión cuando los hijos mayores del Viejo, el Pájaro y Guille tomaron la conducción de “los negocios”, fundamentalmente a través del comercio de estupefacientes.
Sin embargo, 9 años después del asesinato de Claudio y del encarcelamiento de Guille –que tiene ocho condenas-, aquella banda criminal vertebrada sobre el eje de un clan familiar, derivó en un mosaico de “cuentapropistas” que ejercen la violencia para dominar territorios y se sirven de los negocios ilícitos que otros grupos administran en los barrios del Gran Rosario.