La cifra oficial de muertos por el devastador sismo que sacudió el sábado a Nepal subió hoy a 4731, de los que 1448 fallecieron en la capital, Katmandú, informaron las autoridades. Las calles de Katmandú comenzaron a estar más concurridas hoy, después de que mucha gente pasara los días siguientes al sismo, de magnitud 7,8 grados en la escala de Richter, a la intemperie por miedo a las numerosas réplicas.
«Necesitamos aumentar nuestras provisiones de alimentos y comprar otras cosas ahora para estar preparados», dijo Chejum Gurung, quien acogió a seis niños en su jardín de un barrio de Katmandú.
Mucha gente hambrienta se queja de que aún no les ha llegado la ayuda prometida por las autoridades nepalíes. «Nuestros recursos y equipos son limitados, pero estamos aprendiendo de nuestra debilidad y tratamos de hacer lo que se pueda para acelerar la operación de rescate», afirmó el primer ministro de Nepal, Sushil Koirala, reproduce la agencia DPA.
Sin embargo, mucha gente parece no estar convencida de las promesas del gobierno y está abandonando la capital, fuertemente dañada por el terremoto.
«Vamos a viajar hoy a la región de Terai, donde planeamos quedarnos hasta que las cosas mejoren un poco», dijo Chandra Shekhar Jaiswal, un residente del barrio de Maharajganj. «Aquí va a haber escasez de alimentos y servicios, por lo que es mejor salir ahora», añadió.
Sin embargo, cientos de personas se van a ver obligadas a permanecer en las calles de Katmandú hasta que puedan encontrar cobijo. Más de 15 países participan en las tareas de rescate y la distribución de ayuda humanitaria.
«Nos estamos coordinando con el gobierno para distribuir la ayuda», dijo Ram Babu Shah, coordinador de información nacional de la Organización de las Naciones Unidas.
El gobierno anunció que la fase de reconstrucción comenzará tan pronto como las víctimas del terremoto estén todas atendidas. En tanto, los monumentos históricos destruidos serán reconstruidos en varias fases, aseguró el gobierno.