Un estudio realizado por Unicef y Unesco con chicos de entre 9 y 17 años de todo el país mostró los rasgos de una generación hiperconectada. El 46% reconoció que el tiempo frente a las pantallas le genera problemas, como menor rendimiento escolar; sin embargo, la consulta resulta del posible riesgo que implique el uso de pantallas en la salud ocular de los niños.
¿Cuándo es el momento adecuado para que un niño tenga su primer celular? La respuesta es fuente de debate entre padres, pedagogos y psicólogos. Porque el dispositivo no solo conecta a internet: también abre la puerta a un mundo de contenidos y estímulos que los chicos no siempre pueden comprender o manejar solos, y que requieren del acompañamiento y la guía de los adultos. Aunque los especialistas recomiendan postergar lo más posible ese primer acceso, las pantallas, en forma de Smartphone, llegan cada vez más temprano a la vida de los chicos. Y una vez allí, se integran de forma acelerada y muchas veces silenciosa a las rutinas cotidianas.
Cora Steinberg, especialista en educación de Unicef Argentina y coautora del estudio, señaló: «Uno de los datos más importantes del informe para entender cómo usan la tecnología chicas y chicos en Argentina es que la gran mayoría está conectada desde muy chicos. De hecho, el 95% ya tiene su propio celular con Internet y, en promedio, consiguen su primer dispositivo a los 9,6 años».
El estudio realizado por Unicef y Unesco, en colaboración con la consultora Voices Research & Consulting, se basa en una muestra representativa nacional de 5.910 participantes de entre 9 y 17 años, encuestados entre octubre y diciembre de 2024.
Las entrevistas se llevaron a cabo en 291 escuelas primarias y secundarias —de gestión estatal y privada— ubicadas en 20 jurisdicciones de la Argentina, en localidades urbanas de más de 50.000 habitantes. La encuesta se desarrolló con criterios estadísticos que garantizan representatividad por edad, género y nivel socioeconómico.
El primer celular antes de los 10
Según el informe, el 95% de los chicos de 9 a 17 años cuenta con un celular con acceso a internet, mientras que el 96% tiene conexión desde su hogar. En ese marco, la edad promedio de acceso al primer celular es de 9,6 años.
Lo que revela un inicio cada vez más temprano en el uso de tecnología, especialmente en los sectores más jóvenes: el 83% de los chicos de entre 9 y 11 años en Argentina recibió su primer celular antes de los 10 años, algo que sucedió sólo en el 20% de los adolescentes que hoy tienen entre 15 a 17 años.
El uso de internet con fines educativos aparece como uno de los pilares de la vida digital infantil y adolescente. El 61% utiliza internet cotidianamente para estudiar, mientras que la mitad reporta haber aprendido algo nuevo online.
Este aprendizaje informal es paralelo al entretenimiento masivo: el 94% de los niños y adolescentes miran videos en plataformas como YouTube o TikTok todos los días, mientras que la mitad ve películas o series en streaming y juega videojuegos a diario, una práctica especialmente extendida entre los varones.
«Uno de los más preocupantes es el uso excesivo de pantallas: casi la mitad (46%) siente que pasa demasiado tiempo conectado, lo que a veces les baja el rendimiento en la escuela o les cuesta cortar con el celular, Internet o los videojuegos», precisó Steinberg.
La incorporación de estas herramientas en el ámbito escolar refuerza una tendencia global: los chicos no solo consumen tecnología, sino que también la integran a sus procesos de aprendizaje.
La propuesta se centró en el concepto de bienestar digital, entendido como el equilibrio necesario entre la vida online y offline, y alentó a jóvenes y adultos a revisar críticamente su relación con plataformas como Instagram o TikTok.
También planteó interrogantes simples, pero clave: ¿cuánto control tenemos sobre el uso del celular?, ¿sabemos cuándo desconectarnos?, ¿logramos preservar el espacio mental necesario para sostener vínculos reales y salud emocional?
¿Cuáles son las consecuencias?
El tiempo de uso, la iluminación y la distancia con la que los pequeños ven el teléfono o la Tablet son 3 de los factores que afectan a la vista de los más pequeños, provocando:
· Fatiga Visual: El uso prolongado de dispositivos móviles puede causar fatiga visual en los niños, caracterizada por visión borrosa, sequedad ocular, y dolores de cabeza.
· Miopía: De acuerdo con datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud, se estima que alrededor de 19 millones de niños en todo el mundo enfrentan discapacidades visuales. Entre estas, los errores de refracción son la causa principal en aproximadamente el 63% de los casos. Específicamente, la miopía ha emergido como un desafío de salud pública a nivel global, con tasas de prevalencia que continúan en aumento. La miopía es una condición en la que los objetos cercanos se ven claramente, pero de lejos podemos ver borroso.
· Trastornos del Sueño: La exposición a la luz azul emitida por las pantallas de los dispositivos móviles puede interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño. Esto puede resultar en dificultades para conciliar el sueño y un sueño de mala calidad en los niños.
· Desarrollo Visual: El exceso de tiempo frente a las pantallas puede afectar el desarrollo visual normal de los niños, incluyendo la coordinación ojo-mano y la capacidad de enfoque.
¿Cómo utilizar la tecnología sin que llegue a afectar?
La tecnología no siempre afecta a la visión de las personas. Siempre que se haga de una forma correcta y siguiendo algunos consejos, podrás estar tranquilo/a.
La regla 20-20-20
El oftalmólogo Jeffrey Ansehl desarrolló la regla del 20-20-20 como una estrategia para ayudar a descansar la vista y minimizar el daño ocular causado por el uso excesivo de pantallas digitales. La premisa de esta regla es simple, pero efectiva: cada 20 minutos, se debe apartar la mirada de la pantalla y enfocar la vista en un objeto situado a una distancia de 20 pies, lo que equivale a aproximadamente 6 metros, durante al menos 20 segundos.
La razón detrás de esta regla radica en la necesidad de variar la distancia focal y permitir que los músculos oculares se relajen. Cuando pasamos mucho tiempo mirando de cerca, cómo lo hacemos al utilizar dispositivos móviles, los músculos de los ojos se tensan y fatigan. Al aplicar la regla del 20-20-20, podemos contrarrestar este efecto al darles un breve descanso a estos músculos.
Al mirar a una distancia de 20 pies durante 20 segundos, los ojos pueden ajustarse a una distancia diferente, lo que reduce la fatiga ocular y ayuda a prevenir problemas visuales a largo plazo, como la miopía.
Configurar el dispositivo
Ajuste el brillo de la pantalla y la configuración del dispositivo para reducir la fatiga visual. También puede considerar la opción de activar el modo de luz nocturna para reducir la exposición a la luz azul antes de acostarse.
También es aconsejable utilizar el móvil siempre que haya luz natural. De hecho, se ha demostrado que cada hora de uso de pantalla reduce aproximadamente 26 minutos del tiempo total de sueño nocturno.
Es importante mantener la pantalla de la Tablet o del móvil a una distancia mínima de 30 centímetros de los ojos para prevenir posibles daños oculares. Los niños suelen tener la costumbre de mirar la televisión y las pantallas muy de cerca, por lo que es crucial corregir este hábito.