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Los nuevos tiempos sociales

La Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) surgió en momentos en que el neoliberalismo arrasaba todas las estructuras socioculturales y laborales del país. En otro contexto, hoy profundiza su propuesta.

Por Hugo Yaski. Un nuevo modelo sindical no nace porque sí. Nace si existe una real necesidad dentro de la clase trabajadora. Y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) nace en momentos en que el neoliberalismo, con el entonces presidente Carlos Saúl Menem como su ejecutor, arrasaba todas las estructuras socioculturales y laborales del país.

Era en pleno desguace del Estado, y no es casualidad que sus sindicatos fundadores hayan sido de trabajadores estatales, ya que en ese espacio es donde se estaba produciendo la desarticulación y el vaciamiento de las escuelas, los hospitales, privatizando o dejando derrumbar la universidad pública, por poner algún ejemplo.

También se entregó el agua, la energía, el petróleo, los ferrocarriles. Se remató lo que era un proyecto de modelo industrial. Todo con la complicidad de cierta dirigencia sindical –que todos conocemos– que terminó siendo sociaempresarial y traicionando a los trabajadores.

Entonces, ahí nace la CTA.  Y siendo minoritarios, nos echamos al hombro la feroz lucha contra este vergonzoso desguace del Estado.

Yo miro ahora todo lo realizado y siento un profundo orgullo de haber sido fundador y parte de esta gesta.

En la historia de la CTA se mezclan la figura de Germán Abdala como elemento referencial de esto que estaba naciendo, Burzaco, la Marcha Grande, la Carpa Blanca, el Matanzazo, cortes de rutas y es donde aparece el nuevo sujeto social, el desocupado en estado de masividad y presentando el piquete, y dando una nueva forma de lucha social por los derechos.

Ese sujeto que quedó fuera, marginado y en situación desesperante es el que la CTA visualiza. En ese sujeto hay una situación de resistencia y existe la necesidad de organizarlo, darle respaldo.

Ahí es cuando la CTA sintetiza con una frase la nueva realidad: la fábrica es el barrio. Comenzando la historia de una resistencia organizada que culmina en 2001 cuando el pueblo gana la calle, gana Plaza de Mayo. Es una historia que se hizo con todos estos componentes sociales, los trabajadores ocupados o desocupados. Por eso la afiliación libre, por eso la democracia interna.

Hoy se está intentando sintetizar la conformación de un nuevo modelo sindical en una situación que es difícil de evaluar. Por ejemplo: ¿hasta dónde se modificaron internamente los sindicatos agrupados en la CGT, por este contrapeso que significa la CTA? Esta es la historia que estamos transitando.

También los tiempos sociales se han modificado. Hay un avance de un gobierno popular, se le ganan espacios al poder económico y los gana el trabajador. Y ante ese desafío se encuentra la CTA: su futuro va a depender de cómo logremos profundizar un modelo de distribución de la riqueza y cómo instalamos en el país otra matriz social. Que no avancemos uno y después retrocedamos dos, tal como viene sucediendo desde el golpe del 55.

Lo que sí parece indiscutible, es que en este presente que estamos viendo, en este avance sobre la distribución de la riqueza, la CTA no ha sido ajena a esta realidad que estamos viviendo con entusiasmo y mucha fe en el futuro.

Por esta razón es que para la Central, este 1º de Mayo, este Día del Trabajador que festejamos en los Mártires de Chicago –a su memoria–, es el inicio de una nueva etapa en la que apostamos con todas nuestras fuerzas por una clase trabajadora unida y por la profundización del actual modelo económico-social.

Es la reafirmación de nuestra trayectoria de lucha, proyectada ahora a una nueva etapa de avance del campo popular.

Por más distribución de la riqueza, como lema.

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