Los ocho guardiacárceles que fueron imputados por el delito de «incumplimiento culposo de deberes de funcionarios» tras el ataque que sufrió la fiscal mendocina Claudia Ríos por parte de un preso que quiso apuñalarla en pleno debate oral, retornaron este miércoles a sus tareas en el Servicio Penitenciario, mientras que en las últimas horas se difundió un video captado por un medio de comunicación en el que se ve cómo se produjo el hecho en la sala de audiencias del Polo Judicial de la ciudad de Mendoza.
Según informó este miércoles Marcelo Puertas, a cargo de la Inspección General de Justicia, los ocho guardiacárceles que están imputados por su actuación en el marco de ese hecho fueron reasignados a distintas tareas dentro del Servicio Penitenciario luego que se negaran a declarar en el marco de la investigación.
«En qué momento este preso accedió al lugar con ese elemento corto punzante todavía no se sabe, pero sí que hubo fallas en las requisas», dijo Puertas.
Según explicó, los ocho guardias «deberían haber realizado tres requisas y, en principio, no está comprobado que se hayan realizado las tres, ya que no hay pruebas en las cámaras» de ello.
El hecho ocurrió el miércoles de la semana pasada, cuando un preso de máxima peligrosidad identificado como Hugo Eduardo Arredondo Suárez (33), atacó a la fiscal Ríos e hirió en el cuello con un arma blanca de fabricación casera a una estudiante de abogacía que se encontraba entre el público del juicio.
En las últimas horas se difundió un video del diario El Sol captado dentro de la sala de audiencias donde se ve al recluso sacar el arma blanca y correr primero con intenciones de atacar a la fiscal y luego por toda la sala, mientras los penitenciarios intentan atraparlo.
La secuencia fue captada por una cámara del Poder Judicial y esas imágenes son una de las pruebas destacadas de la causa que instruye la fiscal mendocina Andrea Lazo.
El recluso, que se encuentra detenido la cárcel de Almafuerte, se negó a declarar y quedó imputado por tentativa de homicidio y lesiones, en una audiencia realizada de manera virtual por un juez de Ejecución.
No obstante, fuentes con acceso a la causa informaron que, tras ser reducido, el preso dijo que lo hizo «porque no podía ver a su hija y quería llamar la atención».
Arredondo Suárez es un preso de máxima seguridad que ya había sido condenado a prisión perpetua por el homicidio de Jorge Daniel Montilla (51), un ex militar y comerciante que fue baleado en la noche del 10 de marzo de 2015 en el barrio Tamarindos II del departamento de Las Heras, pero además fue condenado a 14 años de prisión por otro crimen ocurrido dentro del penal de Almafuerte.
Además, en septiembre del año pasado fue imputado en otro expediente por una tentativa de homicidio de otro preso de 31 años, quien fue herido a golpes, lo sometieron a torturas, lo obligaron a consumir un sedante y finalmente abusaron sexualmente de él con un palo.
