La entrega de permisos de edificación en Rosario se encuentra en el punto más bajo de los últimos 12 años. En el primer semestre de 2016 se otorgaron apenas 1.032 autorizaciones. La cifra quedó atrás de lo acontecido en 2012 (el peor registro hasta ahora), cuando se habían aprobado 1.075. El dato es un indicio más de la caída de la actividad económica, que tiene a la construcción como el sector más afectado.
Datos actualizados de la Dirección de Obras Particulares municipal a los que tuvo acceso este medio muestran cómo evolucionó el negocio de la construcción en los últimos 12 años.
Según el informe, hasta el 1º de julio pasado se edificó en ese lapso una superficie de casi 9 millones de metros cuadrados en unidades de vivienda, locales comerciales y oficinas. Todo con la emisión de unos 30 mil permisos.
En ese marco, el despegue comenzó a experimentarse en 2006, cuando la cantidad de solicitudes saltó de 2.678 a 3.073 respecto al año anterior.
En 2007, en pleno auge del sector de la construcción, el rebote fue aún más abrupto. Allí se registró el pico más alto en la historia de la ciudad: se pidieron 3.323 permisos para edificar sobre 1.161.204 metros cuadrados. De ese total, 1.797 habilitaciones se otorgaron en el primer semestre.
Es más, desde la Cámara de Empresas Inmobiliarias aún recuerdan que aquel año Rosario fue la ciudad de Latinoamérica con mayor cantidad de metros cuadrados construidos en la relación con el número de habitantes. En diálogo con este medio, Eduardo González, ex subsecretario de Planeamiento, señaló que se llegó a superar los 350 edificios de altura en obra.
“Fue casi un caos. Lo que sucedió en ese momento es que cualquier comerciante con 50 mil dólares te armaba un fideicomiso y empezaba a levantar una torre. Hoy el mercado está mucho más concentrado, se ha achicado bastante”, señaló.
Algo parecido sucedió en 2008: se otorgaron 3.176 permisos y se edificaron 1.076.461 metros cuadrados. También 2009 fue un buen año. Se dieron 2.811 autorizaciones y se construyeron 880 mil metros.
De ahí en adelante, producto de cierta desaceleración de la economía, el ritmo bajó y se estabilizó en un promedio que rondó los 700 mil metros cuadrados utilizados hasta 2013.
En 2014 la actividad cayó aún más. Se pidieron autorizaciones para levantar 624 mil metros cuadrados nuevos con 2.347 permisos de edificación. Mientras que el año pasado hubo un leve repunte con 673 mil metros.
En ese marco, la merma de 2016 ya pinta para que éste sea el peor de los últimos 12 años. En el primer semestre se solicitaron sólo 1.032 permisos, lo más bajo en todo ese lapso.
Santa Fe, lo público y privado
La situación no es más que un nuevo indicador del descenso general de la actividad económica, que muestra a la construcción como el sector más afectado.
Según señalan desde la delegación local de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), el descenso en el nivel de obras fue de un 12 por ciento interanual en mayo en todo el país.
Sin embargo, aclaran que en Santa Fe el ajuste llegó “sólo al 5 por ciento” debido a que aquí hubo menos incidencia de la obra pública nacional, que se frenó por completo en otras provincias. Las obras con fondos provinciales –recalcan a la par– tuvieron cierta continuidad.
Por su parte, en el municipio estiman que actualmente en la ciudad (entre los proyectos que vienen del año pasado y los que se iniciaron éste) hay alrededor de 150 edificios en construcción. La cifra es similar a la de 2015 y se encuentra levemente por debajo de 2014 (170). El dato incluye sólo a los inmuebles de 1.000 metros cuadrados, más de cuatro pisos y con ascensor.
Para el gerente de la CAC Rosario, Rubén Llenas, la actividad privada es la que permite hoy sostener el ritmo de obras en Rosario. “Puede ser igual que haya proyectos que se demoraron un poco a principios de este año. Algunos bajaron su velocidad de trabajo. Pero en general no hay edificios parados. Se sigue adelante”, señaló.
Distintos números
Según la Cámara Argentina de la Construcción, en lo que va del año se perdieron en toda la provincia de Santa Fe alrededor de 2 mil puestos de trabajo formales. Sin embargo, desde la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) local señalan que la cifra es mucho más alta. Allí sostienen que sólo en Rosario unas 4 mil personas se quedaron sin empleo. Todo sin tener en cuenta a los trabajadores que se venían desempeñando en pequeñas obras “en negro”.