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Los privados afinan el lápiz

Colegios que cobran cuotas están a la espera de que la provincia fije los nuevos topes para ajustar sus aranceles. La suba tendrá un techo “acorde” con el incremento del sueldo docente: un 28,5 por ciento.

Por: Pablo Moscatello

Luego del incremento salarial que el gobierno que encabeza Hermes Binner le otorgó a los docentes de la provincia de Santa Fe, los colegios privados de la ciudad quedarán en los próximos días autorizados para aumentar sus cuotas: las subas, que no tienen monto ni porcentaje definido –dependerá de cada institución– se aplicarán desde el inicio del ciclo lectivo, que comienza mañana. En rigor, quienes aguardan la venia de la ministra de Educación santafesina, Élida Rasino, son de las instituciones que reciben subsidios entre el 40 y el ciento por ciento por parte del Servicio Provincial de Enseñanza Privada (Spep).  Si bien desde la administración provincial aclararon que lo que se “corre” es el tope actualmente permitido para cada caso y que cada establecimiento es el que decide modificar o no su tarifa, representantes de las escuelas adelantaron que en la gran mayoría de los casos la suba de los aranceles se aplicará “en forma automática” y “acorde” con los resultados de la paritaria docente. En concreto, y según todos los consultados por este medio, los establecimientos estarán en condiciones de aumentar sus aranceles en la misma proporción que el incremento acordado por los maestros, que es de un 28,5 por ciento en promedio.

Actualmente, las cuotas que cobran las instituciones que reciben subsidios se fijan en función de los sueldos docentes. Para determinar precisamente los aranceles se toma,  como base de cálculo, el sueldo nominal actualizado (incluido el incentivo docente) de un maestro de grado con antigüedad inicial. Al mismo tiempo, esa variable también es utilizada como un parámetro para controlar cómo direccionan sus cuentas los colegios privados; lo que implica que otro gasto o inversión –como ampliaciones, adquisición de equipamiento o reformas edilicias– debe ser asumido por los propios establecimientos. “Todo este tipo de costos les han ido subiendo durante el año pasado a las instituciones. Mientras que la cuota, salvo un pequeño ajuste que se hizo a mitad de 2010, se mantuvo estable. Por eso es que los establecimientos también esperan cada año la autorización para el reajuste. Para ponerse al día con muchas cosas”, explicó Germán Falo, director provincial de Educación privada.

Según explicó el funcionario, el Ministerio de Educación es el encargado de fijar los topes a los aranceles. Las cuotas máximas que pueden cobrar los colegios dependen de dos variables: el porcentaje de subsidio estatal que reciben y la cantidad de actividades extracurriculares que ofrecen a sus alumnos. Y, a partir del aumento salarial firmado con los docentes esta semana, ya se puede comenzar a sacar cuentas sobre el impacto que la medida tendrá en los colegios.

Según indicó Falo, si hasta ahora una escuela que recibía el ciento por ciento de aportes salariales podía cobrar un tope de 152 pesos de cuota, por alumno, con la nueva estimación, la cuota podría irse a alrededor de 190 pesos. Las que reciben el 80 por ciento de subsidio (siempre la decisión final será de cada colegio) puede pasar de 273 a 350 pesos. Las que son asistidas en un 60 por ciento por el Estado pasarían de 395 a algos más de 500 pesos. En el último rango están las que reciben el 40 por ciento de aportes y podían cobrar un máximo de 456 pesos, que tendrán un techo ahora de 683 pesos.

En tanto, todos los colegios (a excepción de los que están subsidiados en un ciento por ciento) pueden cobrar un 10 por ciento adicional por cada espacio extracurricular que brinden a sus alumnos, con un máximo de cinco actividades. Por ejemplo, una escuela que recibe el 80 por ciento y que en el futuro pase a cobrar 350 pesos de cuota, sumando cinco actividades extracurriculares puede establecer una cuota a cada alumno de 525 pesos de máximo. Y aquellos establecimientos que tienen 40 por ciento de subsidios y un arancel potencial de 638 pesos, sumando la oferta adicional podrán cobrar un tope de alrededor de 950 pesos.

De igual modo, Falo aclaró que de las 830 escuelas de distintos niveles de gestión privada que hay a lo largo y ancho de toda la provincia, 630 reciben el 100 por ciento de subsidios estatales. Y que de ese total, más de 400 cobran aranceles “por debajo” de los topes permitidos por el Ministerio. El funcionario insistió en que no es la provincia la que impone el incremento en las cuotas. “Lo que se hace es correr el tope y después los colegios quedan en libertad para decidir”, recalcó.

De todas formas, fue el propio Falo quien estimó que ese máximo de aumento permitido ya para el inicio del ciclo lectivo “quedará en el orden del 28,5”. En la misma línea se expresaron desde las organizaciones que representan a los colegios que no gestiona el Estado. Desde la Federación Santafesina de Instituciones Educativas Privadas (Fsiep) también estimaron que el incremento de los aranceles podrá establecerse en el mismo porcentaje. “Sólo hay que esperar el decreto que establezca las condiciones y ver cómo queda el número final. Además, habrá que ver si se autoriza a aplicarlo en su totalidad ahora o si se podrá completar en julio”, indicaron desde esa organización.

En tanto, Walter Vanmeegrot, de la Junta Arquidiocesana de Educación, organismo que supervisa la actividad de los colegios confesionales, también estimó que la suba promedio en las cuotas será del 28,5 por ciento y que se aplicará a partir de marzo mismo.

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