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Los productores agropecuarios siguen con desconfianza el avance del Consejo Agroindustrial Argentino

“Tenemos los tractores listos para volver a la ruta cuando pase la pandemia”, fue una de las frases más escuchadas en los zooms que suelen realizar los productores agropecuarios de todo el país con sus referentes de la Sociedad Rural, CRA, Federación Agraria, y Coninagro

Por Antonio D’Eramo/Noticias Argentinas

Los últimos acontecimientos en la estancia de los Etchevehere y las arengas de Juan Grabois para avanzar con su plan Artigas no han hecho más que potenciar este estado de alerta en el que se encuentran en muchas ciudades agrarias del interior. Si bien la situación en el campo de Entre Ríos termino con la “derrota” judicial de la gente de Grabois, el posterior espaldarazo del presidente Alberto Fernández al proyecto del dirigente de la CTEP para repoblar el interior con granjas pequeñas y medianas autosustentables, al modo que proponía Domingo F. Sarmiento en el siglo XIX, cuando las condiciones de producción eran totalmente diferentes al siglo XXI, produjeron las frases más contundentes acerca de la inviabilidad de llegar a algún acuerdo institucional con lo que consideran el cuarto gobierno kirchnerista.

“Tenemos los tractores listos para volver a la ruta cuando pase la pandemia” fue una de las frases más escuchadas en los zooms que suelen realizar los productores agropecuarios de todo el país con sus referentes de la Sociedad Rural; CRA; Federación Agraria y Coninagro.

Sin embargo, la canalización del diálogo con el gobierno a través del Consejo Agroindustrial Argentino que reúne a productores con dirigentes de la agroindustria, la mesa de carnes, los aceiteros, entre otros, y que tiene como objetivo aprobar un proyecto de ley con metas e incentivos que les permitan vender al exterior productos por 100.000 millones de dólares, en la actualidad se comercializan bienes por 65.000 millones de dólares, ha producido que nadie se levante de la mesa de negociaciones. A excepción de la Sociedad Rural Argentina.

En rigor de la verdad la Rural declinó desde el comienzo la invitación al Consejo Agroindustrial mientras que el resto de las entidades de la mesa de enlace lo hicieron tapándose la nariz. No sólo por la desconfianza que les producen muchos de los interlocutores que ofician de funcionarios sino por las históricas peleas entre los productores del agro y los dueños de la industria.

En un reciente zoom del que participaron los cuatro titulares de la mesa de enlace para analizar la situación junto a una gran cantidad de productores que los cuestionaron desde distintas provincias del país, Noticias Argentinas, se acercó al verdadero pensamiento de los dueños de los campos.

Para empezar, los productores se quejaron de la conformación del Consejo Agroindustrial. Desde Tucumán, uno de ellos sostuvo: “de los 53 participantes de la institución los productores somos los menos, somos pocos. Me pregunto que hace una cadena entera como la de la carne en estas negociaciones”. El guante lo recogió Carlos Achetoni de la Federación Agraria “somos los más chicos de la cadena y mi concepto es que hay que estar en la mesa para ser parte de los comensales y no de la comida. Tenemos que estar en la discusión. Ahora, si Federación Agraria no puede imponer sus objetivos en el Consejo, se va a retirar. Como representante de productores pequeños y medianos denunciamos la desaparición de alrededor de 5.000 productores por año. Queremos poner letra y darle contenido al Consejo”. La desconfianza está siempre presente, Achetoni explicó las diferencias: “yo tengo productores chiquitos que quieren ser sectarios y dicen que debemos defendernos solos y están, algunos, comprometidos con el gobierno actual. Yo creo que no es el camino, nosotros debemos comprometernos con las instituciones públicas. La política es la política y nosotros tenemos a los jóvenes de nuestros pueblos que se están yendo de sus ciudades. Por eso, espero que el Consejo no sea un gran espejismo y termine en nada”.

Retenciones, impuestos, tasas municipales se llevaron buena parte de los encuentros virtuales donde el especialista Santiago Sáenz Valiente aseguró que “hay que poner el acento en la reforma impositiva que se viene. El Consejo está muy bien pero hay que resolver los principios constitucionales de fondo que en la actualidad no se respetan. El esfuerzo que hace el agro y la tecnificación que lleva adelante es enorme y los frutos se los lleva el Estado”.

Muchas de las consultas estuvieron referidas al diferencial arancelario de retenciones entre la soja y los subproductos, léase harina y aceite, que procesa la industria. El diferencial había sido eliminado por la administración de Mauricio Macri y volvió a formar parte del esquema impositivo con Alberto Fernández. Por un lado, favorece la transformación de la soja alentando la producción con valor agregado, por el otro, los productores señalaron que este diferencial es una transferencia directa a los industriales.

El que ofreció una respuesta fue el tambero entrerriano Jorge Chemes de CRA: “el diferencial de exportaciones no debería existir y estamos trabajando con las tres organizaciones en ese tema y en la cuestión de las retenciones. Les aseguro que ante el menor indicio de que exista una sola cláusula que perjudique al sector primario nos vamos a retirar y denunciar la razón de la medida. Debemos volver a pedir que las retenciones sean cero. Lógicamente, en la actualidad esa misión no es fácil porque las arcas del Estado actual son las retenciones y esta la pandemia presente. El proyecto del Consejo avanza y nosotros estamos trabajando junto a Coninagro y Federación Agraria influyendo decididamente. La participación de las tres entidades es muy fuerte hacia el interior del Consejo”. Achetoni asintió estas palabras y agregó que la política de retenciones “deberían estar al menos como en la época de Macri. Se deben alcanzar consensos y coincidencias con los sectores políticos para defender al pequeño y mediano productor del agro”.

Hubo consultas por el mercado cambiario y existieron coincidencias, al menos entre especialistas como Sáenz Valiente con el titular de la Sociedad Rural Daniel Pellegrina, en que el dólar de referencia “es el MEP”. o dólar bolsa, el tipo de cambio resultante de una operación de compra en bonos en pesos y su posterior venta en moneda estadounidense en el mercado bursátil.

Las opiniones se volvieron más virulentas al compás de muchas denuncias realizadas por los chacareros que aseguraron que en pueblos como Pergamino, zonas de Tucumán y Salta, y en el noroeste del país, se registraron tomas de tierras con usurpadores que levantan banderas ecologistas. “Están jugando con fuego” dijo una productora de Azul. “Yo estoy preparada para salir a protestar. A las retenciones, los gastos de logística que cobran los industriales, las retenciones diferenciadas, se suman las dudas por la propiedad de la tierra. Vienen por todo y esta vez es en serio”.

Chemes pidió a los participantes que no se dejen llevar por rumores de sectores que buscan el caos y que confíen en las entidades que conducen el diálogo con el gobierno. “Hay que tratar de ser los más orgánicos posible para tener la mayor fuerza de presión que necesitamos para conseguir los logros que hay que conseguir, en un ámbito tan complicado como el que nos estamos moviendo”.

La Rural que se convirtió en la oveja negral del agro

Este miércoles en Casa Rosada la comisión del Consejo Agropecuario se reunió con la nueva estrella del gabinete de Alberto Fernández, Martín Guzmán. Lo acompañó el ministro de Agricultura, Luis Basterra, del que no se sabe si se encuentra en la columna del debe o del haber en el balance que hizo Cristina de los funcionarios que no funcionan. Pero lo cierto, es que se mostró al lado de Guzmán en todo momento y confiado de la vitalidad del principal motor de la economía argentina. Alentado, en particular, por la suba de la cotización de la soja en el mercado de Chicago, donde se pactan los precios de la oleaginosa.

Consultado por la ausencia de la Sociedad Rural en el convite Basterra aseguró “es un tema de ellos, no sé si es una cuestión de las elecciones que tienen en su institución o un problema ideológico. Igualmente los esperamos aunque ya contamos con la mayoría de los productores agropecuarios representados por las otras entidades de la mesa de enlace”.

Una respuesta que remite al hecho del enfrentamiento entre dos listas para conducir a la Rural cuyas elecciones fueron suspendidas el pasado 4 de septiembre, por 120 días, a raíz de la pandemia de coronavirus. Daniel Pelegrina buscará la reelección y se enfrentará a la lista de Nicolás Pino un productor agropecuario entrerriano que se dedica a la cría de ganado y, según algunas voces, Luis Miguel Etchevehere lo estaría apadrinando. Si uno le pregunta a Pino por que la Rural no está en el Consejo Agroindustrial responde “la actual dirigencia no tiene propuestas, no representa a casi nadie. Nosotros queremos una representación más fuerte, queremos llevarles propuestas a los socios, sin personalismos ni caprichos. La autoexclusión del Consejo no se entiende, si soy elegido cambiaré inmediatamente el rumbo”. Pelegrina, por su parte, en los zooms explicó la posición de la actual comisión “cuando cambiaron las autoridades de la Bolsa de Cereales, José Martins, nos convocó a los integrantes de la mesa de enlace y, en la primera reunión, salió la idea de trabajar juntos y yo puse como ejemplo de lo que no debe pasar la experiencia del Foro Agroindustrial de la Argentina. Propusimos el tema de la comunicación del campo a la sociedad y en una reunión de la Bolsa de Rosario se habló de generar un paralelismo de la UIA y para nosotros ese no es el camino. Para nosotros hay que buscar consensos en temas específicos. Con el nuevo gobierno hubo gente que siguió trabajando en lo que se llamó la mesa impulsora para darle forma al proyecto exportador. Pero vuelvo a la convocatoria de la Bolsa de Cereales porque trascendieron muchas cosas de las que se hablaban y eso no nos gustó y lo vimos con desconfianza. Además, leímos comunicados de prensa que no nos gustaron y decidimos no estar. La mesa de enlace, por ejemplo, denunció rápidamente la posible salida del Mercosur y hablamos con el canciller Felipe Solá y como el Consejo se reunió con Solá, previamente, vemos que el gobierno de este espacio no nos termina de convencer. Pasó algo similar en las reuniones con Sergio Massa, personaje al que conocemos bien. Siento que hay mucha gente redactando el proyecto”.

Además, Pelegrina volvió a criticar las cadenas de valor incluidas en las negociaciones “hay que analizar el peso específico de cada organización y pensamos que las cadenas, como la de las carnes, no deberían estar. Hasta que no se decida cuál es el proyecto y como se va a llevar adelante y quienes son los voceros y como se gobierna el Consejo, nosotros estamos cómodos, desde la mesa de enlace, siguiendo desde afuera las tratativas”. Y cerró con la mención de una dirigente que sirve de unificadora en el sector porque, ya lo decía Jorge Luis Borges para otras circunstancias, no los une el amor sino el espanto. “Veo, con muchas sospechas, los diferenciales de la exportación que se publicitaron a través de voceros y la reunión que realizaron con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que podría tener una orientación política alejada de nuestros intereses”.

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