Juan Manuel Leguizamón todavía no había cumplido los dos meses. Y el resto de Los Pumas ni siquiera había nacido ese 31 de julio de 1983, un día que el rugby nacional no olvida, la única vez que el equipo argentino le ganó a los Wallabies en Australia, en Brisbane, con un 18-3. Ahora, muy cerca de ahí, en Gold Coast, Los Pumas que comanda Mario Ledesma, alguien que sabe muy bien de qué se trata, buscarán que aquella gesta ya no sea la única.
Pasaron muchas camadas de jugadores que buscaron repetir esa victoria y no pudieron, ni siquiera la generación que consiguió el tercer lugar en el Mundial de Francia 2007. Ledesma, sin embargo, sí pudo conseguir un triunfo en esa tierra, aunque como entrenador. Lo hizo al frente de Jaguares, cuando derrotó a Melbourne Rebels y Brumbies por el Súper Rugby.
Ledesma ahora buscará que Los Pumas puedan atravesar esa misma experiencia, o recuperar algo de la mística del triunfo de 1983. Ganar parece difícil, pero el entrenador, aunque es argentino, no es un extranjero en el territorio donde jugarán Los Pumas: fue colaborador del cuerpo técnico de Australia antes de hacerse cargo de los Jaguares. Ledesma conoce a casi todos los integrantes de ese equipo, con esas herramientas, buscará que el presente rescate algo del pasado.
“No quiero ser cómplice”
“El rugby internacional está en peligro”, afirmó el vicepresidente de la World Rugby, Agustín Pichot, que apuntó al calendario mundial y a la situación económica de los clubes.
“El aspecto financiero no funciona. Si me preguntan por el aspecto deportivo, creo que no funciona. Entonces, ¿está amenazado el rugby internacional? Creo que sí. Miren las cuentas de algunas naciones y verán dónde nos encontramos”, afirmó el argentino.
El nuevo calendario mundial, que deberá entrar en vigor a partir de 2020, modificará la ventana internacional de junio y julio, pero las conversaciones seguirán pronto en Sídney.
El ex Puma pidió una nueva hoja de ruta a nivel mundial para los próximos 10 años, abogando más que nada por la fusión de las ventanas internacionales de junio y noviembre.
“Yo no quiero ser cómplice de la ruina del rugby”, afirmó, insistiendo en que debe alcanzarse un nuevo acuerdo antes del Mundial que se celebrará en Japón el próximo año.
Pero para los clubes tiene un costo ceder a los jugadores a las selecciones. Y a las federaciones los partidos internacionales les reportan ingresos.
El argentino señala especialmente a la Premiership inglesa. En dificultades económicas, anunció recientemente que con la ventana internacional en julio, la temporada doméstica se extendería hasta junio.
“Queremos que ese retraso (a julio) permita que los internacionales descansen”, explicó Pichot, que también señaló: “Para nosotros es lo más importante, creo que los jugadores no pueden seguir jugando como lo hacen hoy en día”.
“Yo fui jugador profesional, así que entiendo lo que pasa, pero hay que cuidar a los deportistas. El primer principio es el bienestar de los jugadores. Es importante para el crecimiento del deporte”, insistió.