El presidente Mauricio Macri y la primera dama, Juliana Awada, fueron recibidos hoy con honores por los reyes de Holanda, Willem-Alexander y Máxima, en la céntrica plaza Dam de Ámsterdam, al inicio de su visita de Estado al país europeo, entre gritos de apoyo y de rechazo de manifestantes argentinos.
Puntuales, como marcaba el protocolo, el matrimonio presidencial y la pareja de soberanos salieron caminando juntos por una de las puertas principales del Palacio Real, situado en la misma plaza, y se dirigieron a un podio desde donde siguieron la ceremonia bajo un brillante sol primaveral.
La banda de la Guardia Real interpretó los himnos de Argentina y los Países Bajos (Wilhelmus), y luego el rey Willem-Alexander y el presidente Macri pasaron revista a la guardia de honor.
En ese momento, una treintena de simpatizantes de Macri comenzaron a corear a los gritos «¡si, se puede!, ¡si, se puede!» desde el lado izquierdo del podio, mientras el presidente y el rey iban caminado, .
Desde el otro extremo de la plaza, se manifestó otro grupo convocado por la agrupación H.I.J.O.S que gritaron a coro «Panamá, Panamá, la plata donde está» y luego una activista con un megáfono dijo «son 30.000 los desaparecidos, Macri no lo olvides».
Desde el podio, la reina Máxima, vestida con una pollera floreada y un sombrero, y Juliana Awada, quien lucía un vestido y tapado claro, observaron estoicas el contrapunto entre ambas manifestaciones.
La breve ceremonia finalizó con las dos parejas regresando hacia la entrada principal del Palacio Real, donde posteriormente tendría lugar la habitual recepción a las autoridades holandesas y argentinas que acompañan al presidente, entre ellos la canciller, Susana Malcorra, el ministro de Educación, Esteban Bulrich, y el de Trabajo, Jorge Triaca.
Una vez concluido el acto, los dos grupos de manifestantes retomaron con más ímpetu sus cánticos, poniendo en evidencia las diferencias entre los argentinos residentes en los Países Bajos.
Los argentinos que querían mostrar su apoyo al presidente portaban banderas nacionales. «Estamos contentos de tener al presidente acá, es una buena oportunidad para Argentina», dijo a Télam Natalia Díaz Romero, una de las manifestantes.
«Sabíamos que habían convocado una protesta en repudio a la visita, por eso queríamos estar aquí, porque en las elecciones, el 95% de los argentinos que votaron en Holanda lo hicieron por Macri», apuntó Natalia.
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Mientras tanto, en el polo opuesto, los detractores del presidente elevaban el tono. Una manifestante de nombre Alejandra cantaba, megáfono en mano, «Macri, vos sos la dictadura».
Siguiendo con el protocolo, el presidente Macri regresó a la plaza Dam minutos después para hacer una ofrenda floral en el Monumento Nacional, que recuerda a los caídos en la Segunda Guerra Mundial.
El Monumento Nacional, un enorme monolito cónico de piedra blanca de 22 metros de altura, diseñado por Jacobus Johannes Pieter Oud, fue inaugurado el 4 de mayo de 1956, fecha en la que cada año las autoridades rinden homenaje a los caídos.
Macri y Juliana Awada caminaron desde el Palacio Real hasta el monolito, ubicado a menos de 100 metros.
A su llegada, la pareja presidencial saludó a las banderas y pasó revista a las tropas, y tras la colocación de la corona de flores, se dio paso a un minuto de silencio y un saludo de honor a los militares.
El acto concluyó con música interpretada por una orquesta y con ello también terminaron las manifestaciones de los residentes argentinos.
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