La Selección Argentina crece en juego y goles y en Rosario unas mil personas se reunieron en el Monumento a la Bandera para desatar su alegría y darle su apoyo a la distancia a los dirigidos por Diego Maradona, que golearon por 4 a 1 a Corea del Sur en el Mundial de Sudáfrica.
A diferencia del sábado pasado, cuando el frío y el cielo gris acompañaron a los hinchas, hoy salió el sol a la hora de los festejos luego de la persistente llovizna que se registró a la hora del encuentro.
Jóvenes y estudiantes, en su mayoría, se acercaron al Monumento a la Bandera, pero también la familia participó del segundo grito de emoción en menos de una semana, y no faltaron los bebés acarreados por sus madres.
Los partidos se vieron generalmente en bares que la gente transformó en verdaderas sucursales del Soccer City. La algarabía que se desató con la victoria Argentina fue tan grande que la congregación en el monumento no se hizo esperar.
Las bocinas de los automóviles que pasaban por el lugar hicieron las veces de vuvuzelas locales, manifestación mecánica de la alegría rosarina por el aplastante triunfo de la selección.
Un grupo de estudiantes secundarios ataviado con camperas en las que se leía la leyenda «Bariloche 2010”, combinó la adrenalina propia del viaje de fin de estudios con el regocijo que provocó el juego de los seleccionados por Maradona.
Sin banderas ni camisetas de los equipos locales, los casi mil rosarinos que participaron de los festejos en el Monumento a la Bandera aderezaron los cánticos con bombas de estruendo y cohetes varios, sin que se registran daños ni problemas.
Un termómetro heterodoxo pero eficaz para medir el crecimiento del aliento local a la selección fue que, además de los tenaces vendedores ambulantes, la celebración popular de hoy contó con promotoras que regalaron pelotas y camisetas impresas con las marcas.