El cráneo momificado de un niño que iba a ser enviado a Estados Unidos, encomiendas con cálculos biliares bovinos que cotizan como oro por su valor para la industria farmacéutica y un toro reproductor campeón subvaluado para pagar menos impuestos fueron algunos de los secuestros insólitos llevados a cabo por personal de Aduana en distintos operativos realizados en el último año, informaron este martes fuentes del organismo.
Cráneo a un Gran Hermano de Estados Unidos
El primero de los secuestros se produjo en la sección Encomiendas Postales Internacionales de la Aduana de Monte Grande, provincia de Buenos Aires, donde mediante el empleo de un escáner se detectó una pieza compatible con un cráneo.
El paquete, que pesaba 916 gramos, estaba envuelto en papel madera, había sido depositado en la sucursal de San Telmo del Correo Argentino bajo la descripción de «adorno Spiderman artesanal» y tenía como destinatario a un hombre llamado Paul Abrahamian y residente en Brooklyn, Estados Unidos.
Cuando los agentes aduaneros y de la Afip abrieron la encomienda, encontraron un bulto envuelto en film, cubierto con dos máscaras del hombre araña y un gorro de lana. Dentro, estaba la cabeza humana momificada, que había sido cortada para separarla del cuerpo y que en principio se estima que perteneció a un niño de entre 10 y 12 años con pelo anaranjado, detallaron las fuentes.
De información de bases públicas surgió que el supuesto destinatario del paquete es el titular de una empresa llamada Deadskull LLC –en español: «cráneo muerto»– y que había participado en seis temporadas consecutivas del reality show Big Brother (Gran Hermano) en Estados Unidos, con llegada a la final en dos oportunidades.
La Aduana dio intervención al Juzgado Nacional en lo Penal Económico 2, quien dispuso la entrega de la pieza al Departamento de Delitos Fiscales de la PFA para su guarda hasta ser entregado al Equipo Argentino de Antropología Forense para que realice el peritaje de rigor. Otro punto a aclarar es si el destinatario pidió el cráneo, o se trata de una broma.
Como remitente del morboso envío figura un nombre en principio falso, porque no existe en redes sociales ni en bases fiscales. El domicilio declarado es en calle Defensa del barrio porteño San Telmo.
¿Mercado negro con cráneos?
“Las condiciones de hallazgo son infrecuentes. Se suelen encontrar cráneos esqueletizados, pero no momificados”, asegura una fuente vinculada al expediente. La sospecha, es que el envío se inscriba en un mercado negro poco conocido.
En octubre último, personal de la Aduana de Clorinda también detectó cuatro cráneos humanos. Estaban en una valija que formaba parte del equipaje de una pasajera de un micro de larga distancia que viajaba de Paraguay a Buenos Aires. La mujer es oriunda de Venezuela y tenía un DNI argentino, con domicilio en la localidad boanaerense de Hurlingham. De las averiguaciones posteriores surgió que cobraba diversos planes sociales y una prestación por desempleo, y que hasta 2021 trabajaba en una firma dedicada a la limpieza de edificios.
La portadora del raro contenido viajaba en un micro de la firma Nueva Empresa Godoy que fue revisado en un control de rutina sobre el Puente Internacional San Ignacio de Loyola, a su ingreso a la Argentina. El escáner del puesto de Aduana mostró las siluetas de los restos óseos. Los cráneos estaban completos, con maxilares y dentaduras incluidas.
La portadora de las piezas argumentó que las calaveras iban a ser enviadas a Estados Unidos para someterlas a estudios científicos. Y ante la insistencia de los agentes, agregó que ese tipo de cráneos eran muy demandados para esos usos por “estar completos y tener antepasados europeos”. La justificación es poco creíble, además de que el traslado de los restos es ilegal. Las hipótesis en torno a este tipo de tráfico van de su demanda para rituales religiosos o morbosos coleccionistas.
El valioso mineral que esconde (a veces) la vaca
Otros llamativos secuestros se produjeron en la Aduana de Gualecuaychú, Entre Ríos. En dos oportunidades, se hallaron cálculos biliares bovinos, los que, según las fuentes, se emplean en el campo de la medicina natural y su precio por gramo puede incluso llegar a superar el del oro.
En el primer caso, los agentes aduanaros inspeccionaron un auto con matrícula argentina que salía del país rumbo a Uruguay, en el que se hallaron 181,14 gramos de cálculos biliares bovinos en el interior de una bolsa de nylon y un tupper, que iban dentro de la consola central del vehículo y debajo del asiento del conductor.
La mercadería estaba valuada en unos 2.667 dólares y quienes la transportaban debieron pagar una multa de un monto equivalente al valor en pesos por transgreción al régimen de equipaje.
En la segunda oportunidad, los agentes de Aduana hallaron 925 gramos de ese denominado «oro bovino» en la consola central de un auto con de matrícula uruguaya y en el asiento trasero, dentro de sus respectivos tuppers.
En este caso, se estimó su valor en 7.400 dólares, por lo que al igual que en el caso anterior la persona que los llevaba pagó un monto equivalente al valor de la mercadería en pesos a modo de multa.
Los cálculos biliares de los bovinos son materia mineral, no orgánica, que generalmente se encuentra en la vesícula biliar de estos animales, de acuerdo con la información del portal web español Ox-gallstones, que además comercializa este producto online.
Se trata de un mercado muy volátil, con precios oscilantes de acuerdo a la demanda. El tamaño de los cálculos en estos animales puede llegar hasta 100 gramos, incluso, en algunas ocasiones, puede ser equivalente al tamaño de un huevo de gallina. Pero retirarlos del cuerpo del animal requiere cuidados. Sobre todo en el momento de abrir la vesícula de animal. Hay que filtrarla para que los cálculos, si es que están, queden en un recipiente y no se pierdan.
El uso de este material mineral es básicamente para la salud, aunque no hay estudios científicos que comprueben sus beneficios. Entre las aplicaciones promocinadas se encuentran calmantes, anti inflamatorios y, en especial, remedios para problemas del hígado.
Subfacturación del campeón
Finalmente, el restante procedimiento fue realizado en el Paso Internacional Concordia-Salto, donde los agentes aduaneros se valieron de YouTube para detectar la flagrante subfacturación de un toro reproductor Angus puro pedigree, llamado «Barón Rojo», al que declararon por un valor aproximado de 315.000 pesos cuando en un video de un remate subido a esa red se mostraba que había sido vendido por 1.800.000 pesos.
La Dirección General de Aduanas-AFIP procedió a su liberación, aunque exigió a los infractores el pago de un seguro de caución y denunció el hecho ante la Justicia.