Los seis ex prisioneros de Guantánamo que llegaron ayer domingo a Uruguay como parte del plan de cierre de la cárcel estadounidense en suelo cubano podrán caminar «en las próximas horas» por las calles «con total libertad», afirmó hoy una fuente oficial.
El ministro de Defensa de Uruguay, Eleuterio Fernández Huidobro, aseguró que los ex reclusos “están bien” y que se encontraban realizando revisiones médicas, luego de lo cual andarán “por las calles de Montevideo, caminando como cualquier hijo de vecino”.
«A lo sumo un día más» de pruebas tendrán, precisó el titular de Defensa, que también calificó en diálogo con Télam como «exitosa» la llegada de los ex presos en la madrugada del domingo.
Además, el ministro señaló que el ex prisionero que se encontraba realizando huelga de hambre mientras estuvo detenido en la prisión estadounidense ya empezó a comer y que “en muy pocas horas va a salir del Hospital Militar» y podrá a hacer «vida común y corriente”.
Otras fuentes del Poder Ejecutivo describieron a Télam que los cuatro ciudadanos sirios, el palestino y el tunecino que llegaron desde la cárcel estadounidense fueron sometidos hoy a «análisis de rutina» en el Hospital Militar y en principio «se descartó» que tengan «anemia, desnutrición o síntomas que les impidan salir en horas a la calle».
Con respecto a la inserción de esas personas en la sociedad uruguaya, Fernández Huidobro dijo que «van a tener que conseguir un trabajo, y si quieren traer a sus familias, podrán hacerlo».
Agregó que van a poder «vivir en paz, sentarse en una tribuna del estadio, hacerse hincha de algún cuadro».
“Uruguay se está transformando en un país excepcional en el planeta Tierra gracias al presidente Mujica y a cosas como esta”, concluyó.
En tanto, el subsecretario de Salud Pública, Lionel Briozzo, dijo a radio Montecarlo que los reclusos continuarían internados hasta que se les considerara en buen estado médico y psicológico.
«Se está monitoreando su situación, vivieron un calvario durante más de 10 años», dijo el funcionario y añadió que la situación médica de los seis era «estable».
Según Briozzo, más allá de su estado de salud, se deberán tener en cuenta diversos aspectos psicológicos para su evaluación y explicó que se eligió el Hospital Militar como destino de cinco de los seis reclusos (el otro estaba en el Hospital Maciel) porque es el más apto dentro del Sistema Integrado de Salud para recibir casos que salen de lo común.
Desde la oposición, en tanto, el diputado del Partido Nacional Álvaro Delgado criticó la decisión “unilateral” del presidente Mujica para aceptar la llegada a Uruguay de seis reclusos de la cárcel de Guantánamo.
El legislador blanco manifestó que en su momento recibieron más información de la embajada de Estados Unidos que del propio gobierno y criticó que «la política exterior del país dio un giro: durante mucho tiempo era una política de estado y ahora es partidaria».
«Es una decisión casi personal que se consultó con la almohada”, dijo Delgado a Montevideo Portal.
«Este es un problema de Estados Unidos de personas que tiene detenidas sin causa abierta hace 12 años y de alguna manera los quieren sacar y aparentemente nos van a tener de carceleros por dos años; me parece lamentable», dijo a su vez el senador del Partido Colorado José Amorín Batlle.
En esa línea, Fernández Huidobro consideró que la sospecha de que integraron células terroristas es “tamaño disparate”, ya que Estados Unidos firmó un documento que dice que “no tuvieron nada que ver con nada” y además, desde Uruguay, se hicieron todas las investigaciones “que se tenían que hacer”.
Los presos que arribaron son: Mohammed Tahamatan, palestino de 35 años; Abu Wael Dhiab, sirio de 43 años, Abd Hadi Faraj, sirio de 39 años; Ali al Shabaan, sirio de 32 años, Ahmed Adnan Ahjam, sirio de 36 años; y un tunecino cuya identidad se desconoce.
Se trata del grupo más grande de presos que salieron de la cárcel norteamericana en Cuba desde 2009 y los primeros reclusos en ser reasentados en América del Sur.
Los seis hombres, que podrán moverse libremente por Uruguay, según comunicó el propio Mujica la semana padada, estuvieron detenidos en Guantánamo desde 2002 sin juicio luego de que fueran hechos prisioneros en Paquistán y después de que fueran declarados como «liberables» por ser considerados de baja peligrosidad.
Una vez que se efectivice el status de «refugiados» que solicitaron los ex presos, el gobierno uruguayo y el Programa de Naciones Unidas para Refugiados (Acnur) se encargarán de conseguir vivienda a los ex prisioneros llegados y podrán transitar «libremente» por Uruguay e incluso salir del país, de acuerdo a las declaraciones del mandatario uruguayo.
En declaraciones a la Televisión Nacional, Mujica aseguró que Uruguay no aceptó el planteo norteamericano de que los reclusos deberían permanecer al menos dos años en el país.