El papa Francisco ofreció hoy una cálida audiencia privada a los planteles de los seleccionados de Argentina e Italia, en el día previo al amistoso internacional que animarán ambos en el estadio Olímpico de Roma, en homenaje precisamente al Sumo Pontífice.
«Es difícil hacer de hincha porque es un partido amistoso, que sea así, se los pido. Les agradezco a los dirigentes de la Federación italiana y argentina y saludo a los futbolistas de ambas escuadras», destacó Francisco en la entrevista, que se realizó en el Vaticano y duró unos 15 minutos.
La audiencia, que fue absolutamente privada, se llevó a cabo en la Sala Clementina, comenzó cuatro minutos antes de las 12 (hora local) y no pudieron ingresar los periodistas, ni siquiera aquellos que habitualmente están acreditados en la Santa Sede.
«Ustedes los jugadores son muy populares tanto adentro como afuera del campo, tienen una responsabilidad social. Considero que en el fútbol no debe haber lugar para el individualismo y tres cosas, belleza, gratitud y camaradería, están dentro del término deportivo y no deben abandonarse nunca, hay que ser amateur», añadió el Papa, quien alternó su discurso en los idiomas italiano y castellano.
El encuentro en el Vaticano será el único contacto que el Santo Padre mantendrá con los jugadores, ya que pese a ser un fanático del fútbol e hincha reconocido de San Lorenzo de Almagro, no asistirá al partido de mañana, según confirmaron a Télam los voceros de la Santa Sede.
«Recuerdo que de chico íbamos en familia al Gasómetro, volvíamos felices a casa, mamá, papá y yo, sobre todo durante la campaña de 1946», recordó el líder de la Iglesia Católica, Jorge Mario Bergoglio, nacido el 17 de diciembre de 1936 y electo papa el 13 de marzo de este año, tras la renuncia de su antecesor, el alemán Joseph Aloisius Ratzinger (Benedicto XVI).
La ceremonia comenzó con la palabra del presidente de la Federación Italiana de Joco Calcio (FIGC), Giancarlo Abete, luego habló el titular de la AFA, Julio Grondona, y a continuación el Papa, y concluyó con la bendición del Olivo, emblema de la paz que será plantado simbólicamente en el Olímpico de Roma, y después lo trasladarán a los jardines del Vaticano.
La audiencia en el Vaticano, bajo otra jornada signada por un calor por momentos agobiante, comenzó con la palabra de Abete, el mandamás del Calcio.
«Este partido estuvo acordado entre ambos equipos, por lo que significa la figura del Santo Padre para los dos países», comentó Abete, quien luego se reconoció como un ferviente católico y recordó su época de estudiante en el Colegio de la Compañía de Jesús, donde cursó durante 11 años.
A su turno, Julio Grondona pidió por la paz en el fútbol y el regreso de la familia a los estadios en la Argentina, donde a raíz de los hechos de violencia sólo puede acudir el público local y únicamente si es socio, al menos en las primeras fechas de los torneos de primera división y también del ascenso.
«Queremos vivir la fiesta del fútbol en familia, conocemos al padre Jorge y rezaremos juntos para poder conseguirlo», indicó Grondona.
Luego de la visita al Santo Padre, los seleccionados argentino e italiano se trasladaron hasta la Academia de las Ciencias, dentro del Vaticano, para las conferencias de prensa de los entrenadores Alejandro Sabella y Cesare Prandelli, y de los capitanes Lionel Messi y Gianluigi Buffon.