El fenómeno del kirchnerismo, si bien nació del peronismo tradicional, tiene distintas corrientes que se han sumado durante su primera década de gobierno, en parte como consecuencia de las políticas públicas que llevó adelante el poder Ejecutivo nacional, las cuales fueron alentadas y acompañadas por otros movimientos de izquierda, entre ellos parte del Partido Socialista (PS).
Separado de la conducción oficial del PS desde 2007 y aliado del Frente para la Victoria, el diputado nacional Jorge Rivas señaló en diálogo con El Ciudadano que el kichnerismo fue “el emergente político y social inesperado que surgió de una crisis social e institucional sin precedentes y volvió a darle a la política una fuerza decisoria por sobre los técnicos económicos neoliberales”.
Así, el legislador, quien estuvo en Rosario el jueves 22 de mayo pasado para dar una charla sobre kirchnerismo y socialismo en el espacio cultural y militante La Toma, consideró que el socialismo debe estar dentro del “campo popular” y criticó al diputado nacional Hermes Binner: “Si sos socialista y te palmea la espalda la Sociedad Rural, no hace falta ser demasiado inteligente para darte cuenta de que estás del lado equivocado”.
—¿Como socialista, qué lo llevó a acompañar al kirchnerismo?
—El kirchnerismo es un espacio que volvió a darle a la política una fuerza decisoria por sobre los técnicos económicos neoliberales, que en la Argentina habían colonizado los partidos políticos populares. El campo popular es un diverso sujeto social y político que empuja un proceso de transformación contra las grandes corporaciones, a quienes el poder político había delegado las grandes decisiones. Esto configuró, literalmente, dos bloques en disputa: el campo nacional y popular contra los intereses de las corporaciones.
—¿Por qué cree que la conducción oficial del PS no integra ese campo popular?
—No lo sé. Una posibilidad es que la estructura conservadora de Binner le haya pedido hacer una correcta lectura del momento nacional y regional. Yo no tengo dudas de que el socialismo debe ser parte del campo popular, si no, es una parodia de la izquierda. Dentro del campo popular hay contradicciones, no hay dudas, pero si sos socialista y te palmea la espalda la Sociedad Rural, como lo hace con Binner, no hace falta ser demasiado inteligente para darte cuenta de que estás del lado equivocado.
—¿Por qué en los 90 el socialismo no pudo ser una alternativa al neoliberalismo?
—No supimos ofrecerle a la sociedad una alternativa superadora a la propuesta neoliberal. Estábamos demasiado ocupados en tratar de curar nuestras propias heridas a nivel mundial, luego la caída en serie de los regímenes del llamado socialismo real y la posterior crisis de la socialdemocracia europea sumieron en el desconcierto a los movimientos políticos de izquierda y redujeron el peso específico de sus ideas en el universo cultural.
—¿Qué cambió en la sociedad para que la izquierda tenga este espacio?
—La transformación social, en América del Sur, se ha encarnado en los últimos años en procesos populares que han dado nuevas perspectivas al socialismo del siglo XXI. Sucede en Venezuela, en Bolivia, en Ecuador. En el caso de la Argentina, un proyecto nacional, popular y democrático de ampliación de derechos se ha enlazado con esos procesos que, entre otras cosas, han puesto límites claros a la dominación de la mayor potencia capitalista (Estados Unidos) y a uno de sus instrumentos globales, el neoliberalismo. Los socialistas argentinos, si queremos ser protagonistas del presente, tenemos que participar activamente de este proyecto, cuyos enemigos expresan los aspectos más tenebrosos de la explotación capitalista. Militar a favor de ese proyecto, y cerrar el paso a los servidores del retroceso, es también ponerse en el camino de la construcción de una sociedad más justa. Probablemente no como nos enseñaban nuestros viejos libros, pero sí como aprendemos ahora de la compleja vida de los movimientos populares.
“Desorientada y reaccionaria”
Rivas se refirió también a la carrera para las próximas elecciones. El diputado es escéptico respecto de las alternativas que pueda ofrecer la oposición, al considerarla “desorientada y reaccionaria”.
“Si bien la oposición tiene distintos perfiles políticos, todos terminan siendo funcionales a las corporaciones económicas y mediáticas”, manifestó el legislador. Y detalló: “Massa es el principal referente del Frente Renovador, que es una fuerza claramente opositora al gobierno en la que se reciclan, entre otras cosas, unos cuantos nostálgicos de los noventa”.
Respecto del Frente Amplio Unen, Rivas señaló: “No creo que sea percibido como alternativa hasta que formule un proyecto serio y abandone el armado de meras estructuras electorales sin ninguna coherencia ideológica”.
Además, Rivas se refirió a los sectores sindicales opositores al gobierno nacional, y criticó “la grosera intencionalidad política” que le atribuyó a Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. Sin embargo, cree que algunos de los reclamos de ese sector son serios y justos.
Considerando que Cristina Fernández de Kirchner no puede ser reelecta, el legislador socialista señaló que “dejará de ser presidenta, pero seguirá siendo la líder indiscutible del campo popular”. Aunque considera que hay muchos precandidatos para reemplazarla en el cargo, Rivas aclaró que “todavía es muy temprano para aventurar un nombre”.
