El artista brasileño Egberto Gismonti, uno de los más inspirados hacedores de una música actual capaz de contener raíces, academia y modernidad, regresará a la Argentina para realizar dos shows que lo llevarán a presentarse el 21 de agosto en el mítico Gran Rex, y un día más tarde en el Fundación Astengo de Rosario (Mitre 754).
Dueño de una trayectoria que hizo culto de la mezcla y la experimentación, el músico publicó más de 60 discos, entre los que destacan Academia de danzas, Carmo, Solo, Saudades (en colaboración con Naná Vasconcelos), Circense y Mágico (con Jan Garbarek y Charlie Haden).
Con un discurso estético propio y audaz, Gismonti supo mantenerse al margen de las influencias del Tropicalismo que hegemonizó la escena en las últimas décadas.
Para intentar definirse, durante una entrevista con la agencia Télam que precedió a su actuación en el país en 2009, dijo: “Siempre fui mutando la forma de expresarme, el lenguaje, los instrumentos, siguiendo la necesidad de buscar nuevas formas expresivas, yendo de encuentro en encuentro, porque yo nunca me siento completo”.
Gran musicalizador de películas, Egberto crea una música de influencias diversas: de la música docta, como la del compositor brasileño Heitor Villa-Lobos, de la música popular y folclórica brasileña (como las batucadas, el choro, el bossa nova, el forró, el frevo el baião o el maracatú) del jazz (desde el bebop al jazz experimental), de la música indígena y del impresionismo (como las ideas de orquestación y armonización deMaurice Ravel).
Para poder tocar esta última música empezó a estudiar guitarra, comenzando por la guitarra clásica de 6 cuerdas. Después —acostumbrado a generar armonías complejas de jazz en el piano, con un uso completo de los registros agudos y bajos— se pasó a la guitarra de 8 cuerdas en 1973 y luego a la de 10 cuerdas.
Durante dos años experimentó con diferentes afinaciones y timbres (utilizando flautas indígenas, kalimbas, sho, voces, campanas, etc. Es extremadamente experto tanto en el piano como en la guitarra. Su obra, además de abundante (ha grabado más de 60 discos), es polivalente y multidireccionada en varios frentes, con influencias del jazz, el rock, la música de películas, el bossa nova, el samba y la erudita, principalmente del romanticismo y modernismo, además de presentar elementos de la música india, indígenas y nordestinos (del nordeste brasileño). De igual forma sabe combinar las flautas de los indios xingú, con una orquesta de cuerdas, música sintetizada y una batucada.
Ha grabado álbumes con algunos de los más grandes artistas internacionales tales como Jan Garbarek, Zeca Assumpção, Nando Carneiro,Charlie Haden, Jaques Morelenbaum, Hermeto Pascoal, Mauro Senise, Ralph Towner, Nené, Naná Vasconcelos, Colin Walcott e incluso con la Orquesta Sinfónica de Lituania.
Es considerado como uno de los compositores contemporáneos más importantes del mundo, abarcando diversos estilos musicales que transitan desde la música popular brasileña, al jazz y la música académica. Poseedor de una extraordinaria técnica y de un estilo propio, es también reconocido como un eximio e innovador pianista y guitarrista.
Para esta acotada gira nacional, se anunció que el músico carioca presentará un repertorio para guitarras y piano. Con precios similares a los porteños –los que rondan entre los 230 y 450 pesos–, las entradas para el concierto que el músico de 65 años brindará en Rosario ya pueden adquirirse de forma anticipada a través del sistema Ticketec y en la boletería del teatro.