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Los Swiss Leaks y el lavado de activos vuelven a acorralar al banquero Gabriel Martino

La Cámara Nacional en lo Penal Económico revocó el sobreseimiento que había conseguido Gabriel Martino, ex titular del HSBC en el país y que tuviera estrecho vínculo con Mauricio Macri, junto a otros 19 financistas acusados de evasión impositiva y lavado de activos

Gabriel “el Pájaro” Martino siempre mantuvo un perfil alto en sus relaciones políticas y sociales a pesar de dedicarse a las finanzas que suelen requerir de banqueros que cultiven la discreción y tengan, en lo posible, rostros anodinos que les permitan pasar desapercibidos por los salones donde se toman decisiones.

Luego que la jueza María Verónica Straccia lo sobreseyera, por no encontrar causas que justificaran la acusación realizada por el ex titular de la AFIP, Ricardo Echegaray de ser un supuesto facilitador de maniobras para transferir de manera ilegal fondos a cuentas bancarias en Suiza y de esa manera evadir al fisco nacional, Gabriel Martino volvió a ser el de siempre y a aparecer rodeado de políticos que militan en el PRO.

Financistas que lo conocen bien explicaron a NA que en los últimos tiempos se alejó de su “primer amor” electoral, el ex presidente Mauricio Macri.

Desencantado como casi todo el establishment o los integrantes del círculo rojo que aparecieron mencionados e imputados en las causas de los Cuadernos de la Corrupción, Martino, se alejó del ingeniero pero, en su caso, tratando de despegarse de los pobres resultados finales de la gestión económica y financiera de la administración de Cambiemos para la que supo ser un enlace eficiente con el banco británico HSBC que se quedó con el 17% del capital total de la deuda soberana emitido por Argentina.

Este desmarque del “Pájaro” Martino con el fundador del PRO no le impidió seguir apostando fuerte por uno de los candidatos del partido que acaba de lanzarse a la carrera por la Presidencia de hecho en los últimos meses se lo vio muy activo entre las filas de los asesores del ya lanzado como precandidato por Juntos.

“Hasta hoy es una especie de diplomático de Horacio que trabaja con los banqueros y los empresarios y a cambio aspira a sentarse en el Banco Central o a tener alfiles que le respondan en la máxima autoridad monetaria y en la secretaría de finanzas nacional. En este último caso, Hernán Lacunza tiene la última palabra así que no sé qué pasará. Lo que si estoy seguro es que la decisión de la Cámara Penal Económica hará dudar a Hernán de la conveniencia de seguir utilizando sus servicios”, explicó en reserva a NA un armador de la campaña del Jefe de Gobierno Porteño.

La confianza del alcalde porteño en el financista llegó al nivel de analizar una posible postulación de Martino a la presidencia del club papal, San Lorenzo de Almagro para las postergadas elecciones de este año. El proyecto quedó trunco, pero la idea existió. Las complicadas cuentas del club lo indicaban a Martino como uno de los candidatos para ordenar los números pero no llegó a materializarse.

El fantasma de los Swiss Leaks, y la decisión de los jueces de la Cámara Nacional en lo Penal Económico contra Gabriel Martino y compañía vuelven ensombrecer cualquier intención del ex HSBC.

Porque la causa que vuelve a acorralar al “banquero militante” como lo conocen en la city porteña tiene repercusiones locales e internacionales.

Los “Swiss Leaks” es el nombre de una investigación periodística que involucró a 130 reporteros y editores que integran el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y que, en febrero de 2015, publicaron en internet, las pruebas que enseñaron como se evadieron más de 180,6 mil millones de euros, mantenidos por el HSBC en Ginebra por más de 100.000 clientes y 20.000 compañías off shore entre noviembre de 2006 y marzo de 2007. Supuestamente dinero operado con por la multinacional británica HSBC, cuyo capítulo local era comandado por Gabriel Martino.

Varios investigadores alegaron que el banco se benefició de los evasores de impuestos y de otros clientes a los que ayudaron a lavar el dinero negro. Una auténtica cueva de Alí Baba en plena Ginebra, Suiza.

La filtración internacional se debió al accionar del empleado informático del HSBC, Hervé Falciani, que le entregó las listas a la ex ministra de finanzas de Francia, Christine Lagarde y tuvo su repercusión local que fue denunciada por Ricardo Echegaray cuando dirigía la AFIP.

Echegaray fue contra la cúpula de la filial del HSBC dirigida por Martino, alegando que existían 4.040 cuentas de clientes del HSBC Suiza de nacionalidad argentina con el fin de administrar fondos significativos, previamente ocultos, a las autoridades nacionales de control fiscal.

La “prematura” decisión de la jueza Straccia de sobreseer a Martino y compañía fue revocada por los jueces Carolina Robiglio y Roberto Hornos de la Cámara Nacional en lo Penal Económico.

Los camaristas no se reprimieron de reprender a la jueza de primera instancia que favoreció la posición de Gabriel Martino porque no se analizaron constancias recabadas en una demanda laboral en la cual se aludió a pagos en negro producto de estas supuestas maniobras.

Los sobreseimientos se dictaron en base a información de carácter formal y sin reparar en que «la característica central, de las maniobras presuntas que habrían quedado al descubierto a partir de la información aportada por las autoridades de la República Francesa en las que se sustentó la denuncia inicial, es el ocultamiento de información o que» (la clandestinidad de esta actividad explica[ría] la ausencia de registros documentales y la falta de exteriorización de la información en el marco de los regímenes informativos vigentes del BCRA y de la AFIP», se anotó.

Gabriel Martino, es uno de los protagonistas principales de esta historia de presunta evasión fiscal, dinero non sancto, lavado de activos, depositado en Suiza por connacionales de un país que, desde hace años, no deja de registrar como su población se hunde en la pobreza.

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