Esta semana se desarrolla en la ciudad El Encuentro, la música argentina en Rosario, un evento que cumple 20 años en la agenda cultural rosarina. Hasta este sábado, el público podrá disfrutar de distintos shows en vivo en los que apreciar buena parte de la producción de la música popular nacional pero, en paralelo, muchos artistas en formación y de distintas latitudes copan la ciudad. Con sus instrumentos al hombro asisten al Centro Cultural Fontanarrosa (San Martín 1080) para participar de los talleres que allí se realizan.
Este año las propuestas formativas de El Encuentro son 12. Fernando Silva, Mónica Abraham, Nora Faiman, Oscar Farías, Marcelo Stenta y Jorge Fandermole, son algunos de los y las docentes que los están brindando en distintos horarios. “Festivales o encuentros de música puede haber muchos, pero la novedad que presenta este evento son los cursos de formación y ese compartir con maestros o maestras que vienen de otros lados. Eso lo hace único”, aseguró a El Ciudadano Lilian Saba que este 2023 está a cargo del taller “El piano en nuestra música popular de raíz folklórica” y que el viernes subirá al escenario del Teatro Parque de España junto a Marcelo Chiodi Saba y la formación de Música Argentina para cuerdas.
La talentosa pianista recorre el país como música y docente, y apunta que un espacio así dirigido a la música popular no se ve en otros espacios. “Además es algo que se realiza todos los años, que tiene 20 años de trayectoria, y tiene el plus de que está armado por músicos y músicas que tienen que ver con la música popular y que dejan parte de su vida en armar estas cosas. Siempre estuvo bien organizado y sabían dónde apuntar, pero fue creciendo a lo largo de estos años. Es una labor que creo increíble y premiable”, dijo.
Lilian Saba participó de la primera edición en 2003 en la que se desarrolló un encuentro de pianistas en el que también estaban Manolo Juárez, Hilda Herrera (que está edición será homenajeada) y Eduardo Spinassi, entre otros y otras. “Fue un encuentro hermosísimo para nosotros y nosotras, y para el público porque éramos gente de distintas generaciones abordando una misma música, cada uno con su visión. La música popular tiene eso, que aunque sean las mismas músicas el camino de cada uno es diferente”, recordó quien en estos años no sólo dio talleres de piano sino también de ensamble. “Eso fue, incluso para mí, algo nuevo”, confesó.
“Mandaba a gente las partituras para que las estudiaran y venían de todo el país. Sigue viniendo gente de todos lados, que tocan muy bien. En ese momento venía gente con ganas de armar ensambles de música popular, que sonara a música de acá. Algunos tenían formación en música popular pero la mayoría eran músicos académicos”, apuntó la artista que se ha presentado como solista y líder de grupo en diferentes teatros y ciclos musicales de la Argentina.
Es que no son muchos los espacios educativos en los que los y las músicas pueden estudiar música popular. “Cuando empezó El Encuentro ya hacía un tiempo estaba la Escuela de Música Popular de Avellaneda y había universidades que estaban con la inquietud de ir armando carreras. En el 2004 en el Manuel de Falla empezó la carrera de tango y folclore. Era un momento en el que se estaba descubriendo que la música que se había dejado de escuchar en los medios empezaba a aparecer y a surgir desde las escuelas”, explicó quien se desempeña como docente en los espacios que menciona.
“Nada se hace por que sí. Había una avidez de la gente que estudiaba por pasar por varios lenguajes, no sólo por el académico que era el que ofrecían los conservatorios. Las escuelas se empiezan a abrir por la demanda de los alumnos y de los docentes también. Empezamos y nos mirábamos como diciendo ¿qué hacemos acá? Después nos fuimos soltando. Cuando yo estudié, todo esto no estaba. Del Conservatorio Nacional me fui a las clases de Manolo Juárez, que tenía una cabeza abierta para todas las músicas. Siempre hay gente que abre las ventanas a la imaginación”, confesó Saba que como intérprete y arregladora colaboró en proyectos de grandes artistas como Raúl Carnota, Juan Falú, Liliana Herrero, Silvia Iriondo, Laura Albarracín y Chany Suárez, entre otros y otras.
El boca a boca
“Hace 40 años que doy clases, sigo dando clases y para mi es vital. La transmisión cada vez se produce más en la música argentina no oralmente como era tradicionalmente sino a través de su aprendizaje”, contó Juancho Perone, uno de los históricos organizadores de El Encuentro.
“Todo es resultante de gente que tuvo una avidez y la sensación de que tenía que cambiar la cosa antes que otros. Los músicos populares en general, han pasado por lugares académicos, y han sentido esa presión de que había información buena de una sola música. Y de que todo provenía de la lectoescritura más que de la audición. Los grandes músicos populares buscan su lenguaje desde lo que saben y del oído que tienen, la creatividad que tienen. Estos encuentros te van motivando a buscar un camino distinto”, aseguró Saba.
“Lo que El Encuentro ofrece cada año es profundizar y visitar distintas miradas. Cada año hay profesores distintos, distintas miradas sobre una misma cosa. Cada guitarrista toca la zamba diferente, aunque sea la misma zamba. Pero se pueden reunir y dialogar. Es cuando vos estas escuchando lo que alguien te tira y responder”, apuntó.
“Nuestra música fue perdiendo vigencia en los medios de comunicación. Durante la dictadura militar fue muy corrida, escondida. Y obviamente uno hoy en día se nutre muchísimo de los medios de comunicación, por ahí no te gusta un tema pero de tanto escucharlo no te lo podés sacar de la cabeza. En las carreras y talleres sorprende cuando te dice: «Escuché algo del Cuchi Leguizamón y me encantó». Hay gente que tiene cierto recorrido y otros que no. Otra cosa importantísima es tocar todos y todas juntas en un ensamble. Hubo momentos en que éramos 70 personas sobre el escenario. El que no se animaba tocaba un poco más bajo y después empezaba a tocar más”, recordó la artista que arriesgó: “Creo que hay otro encuentro que una como docente no lo ve tanto. Que es a la hora de compartir el mate, irse juntos caminando. La cantidad de grupos musicales que se han armado en esa instancia debe ser muy grande”.
“El Encuentro es un lugar de resistencia, de sostener ese espacio de visibilización. Nosotros generalmente programamos cada noche algún artista que la gente conoce y lo va a ir a ver. Después el público se encuentra con dos o tres propuesta que no vio nunca y generalmente salen entusiasmados con las que no conocía. Eso es lo bueno. La gente tiene acceso a un montón de cosas que después, con todas las posibilidades que da internet, busca. Hay artistas que han venido por primera vez a Rosario por El Encuentro y después pueden venir por su cuenta”, explicó Perone que supo destacar el apoyo tanto del gobierno de la ciudad como de la provincia a este evento.
“Hay que generar un público. Rosario tiene tradición de melómanos. Como no rosarina digo que Rosario tiene una tradición, que no es casualidad que esto sucede ahí. A veces en cultura se apuesta más al espectáculo que a movilizar las zonas artísticamente. Uno piensa cuantos artista se podría mover con lo que gastan los estados en algunos espectáculos y a cuanta gente le darían trabajo. A esa gente que está en la trinchera en la música. Creo que así como la gente en general escucha siempre la misma música, el político que esta decidiendo donde va la plata también. Hay una comodidad también de llevar a quien lleva mucha gente, otros lo hacen porque no saben”, dijo.
«El Encuentro», un espacio de resistencia de la música argentina en Rosario
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