Con un marco importante de público, sonrisas por todos lados, abrazos y los sentimientos a flor de piel, se inauguró un gimnasio del complejo Los Tiburones, en Arroyo Seco, que alberga actividades para la inclusión entre personas con y sin discapacidad.
La habilitación del nuevo espacio se vivió como una verdadera fiesta. Y no es para menos: el Proyecto Tiburones sumó 800 metros cuadrados cubiertos para actividades deportivas, recreativas y culturales. Fue construido con fondos de la ley de cheques 25.730, y por eso hubo autoridades nacionales y funcionarios de los distintos niveles del Estado. Por supuesto, también estuvieron muchos “tiburones” y familiares, que vivieron con emoción el corte de cinta y el posterior descubrimiento de la placa recordatoria de tan inolvidable momento. Este nuevo gimnasio quedó anexado al conocido natatorio, donde los asistentes al complejo desarrollan la mayor parte de las actividades.
Incluir las diferencias sin convertirlas en desigualdades. Ésa fue la idea de la ONG Enias, integrada por padres y familiares de los “tiburones”, que trabaja en la temática de la discapacidad desde hace 20 años.
Integración
“Fue un trabajo de muchos años lograr estos espacios que no solamente benefician a las personas con discapacidad y sus familias, sino a los asistentes sin discapacidad que ven enriquecidas sus vidas de relación al compartir visiones diferentes de la vida”, indicaron los referentes del proyecto.
La construcción de este gimnasio forma parte de la segunda etapa del denominado Complejo Integral, previsto para ofrecer más y mejores servicios a las personas con discapacidades y su familia, y con el mismo concepto con que se desarrollan las actividades en lo que ya se ha construido, es decir: que trabajen juntas las personas con y sin discapacidad, en el mismo espacio, en los mismos horarios, con los mismos profesores y con los mismos objetivos.