El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, minimizó el acatamiento al paro general convocado por las CGT y CTA opositoras y reiteró que sólo se sumó alrededor del 25% de los gremios.
«La defensa de los intereses de los trabajadores la tiene el Gobierno, y lo hace a través de la robustez del sistema de seguridad social, con la recuperación del sistema previsional, la eliminación del pago de u$s 1.200 millones de comisiones a los bancos vía las exAFJP, la promoción de 6,6 millones de puestos de trabajo y los estímulos a ala economía», expresó el funcionario en su habitual conferencia de prensa matinal en Casa Rosada.
«Los trabajadores no paran porque saben que este el Gobierno que más defiende a los trabajadores. Nadie lo hace más que este Gobierno», sentenció Capitanich al reiterar el rechazo a las demandas sindicales que motivaron la medida de fuerza.
«Todos los temas los hemos respondido en reiteradas oportunidades. El alcance de Ganancias equivale al 10,4% de los trabajadores e implica un efecto redistributivo en los chicos que estudian y quieren insertarse en el mercado trabajo, o en la Asignación Universal por Hijo, o para que existan subsidios a las tasas de interés para las pymes», justificó el jefe de ministros la fijación del mínimo no imponible en $ 20.000.
Aunque aclaró que modificar ese tributo «es un debate abierto, en una sociedad democrática», insistió que Ganancias «la pagan los que más ganan y tiene un efecto redistributivo».
Sobre el reclamo por la inseguridad contra los trabajadores, Capitanich exhortó a los sindicalistas a reclamar en los distritos que por ley deben hacerse cargo de la prevención. «Combatir al delitos debe estar enmarco en las provincias», consideró.
En tercer lugar, dijo que las quejas de las centrales obreras por la suba de la inflación responden a la «desconfianza» y falta de inversión de los empresarios. «De enero a la fecha (la inflación) tiene tres factores incidentes: la asimetrías entre oferta y demanda. La oferta baja porque los empresarios no invierten, ya sea por desconfianza u otros temas, aunque cuando lo hacen en China no desconfían del sistema de estadísticas china. Otros invocan la falta de seguridad jurídica y son los que más subsidios reciben en sus empresas. Y con los buitres, la Argentina defienden su soberanía y no debería afectar a la economía, y no debería ser una percepción del riego».
Capitanich abogó por «incrementar la oferta para satisfacer la demanda creciente» de productos y servicios. «Es absolutamente indispensable y depende de la voluntad y evaluación del riego de los empresarios», enfatizó.
En esa línea, también alertó por la concentración de la economía y apuntó contra «los grupos de poderes que están a favor de los empresarios concentrados, como las entidades rurales», en referencia a la FAA y Uatre. Asimismo, cuestionó las «expectativas promovidas por estrategias premeditadas y alevosas» desde los medios para afectar la marcha de la economía.
Como lo hizo este jueves el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, el jefe de Gabinete subrayó que la protesta «no fue un parto general, ni uno nacional y el sistema productivo funcionó normalmente».
«Ayer por la tarde estuve en Santiago del Estero, manejando por la ruta. Los dos principales dirigentes son camioneros y gastronómicos. La cantidad de camiones (circulación) es impresionante, el paro fue inexistente. O porque no le hacen caso a Moyano o porque el acatamiento fue muy bajo. Lo mismo ocurrió con los bares», expresó con tono a chicana.