Gustavo Raggio había definido que Lucas Bernardi fuera por segundo partido consecutivo al banco ante Defensa y Justicia, y si bien la suspensión del partido no terminó de consumar la decisión del entrenador, no hay dudas que el entrenador cambió de parecer respecto de lo que pensaba del capitán leproso y aquel no tan lejano “Lucas es insustituible” hoy cambió y al menos posclásico Bernardi ya no es intocable.
Obviamente la decisión de Raggio de dejar a Bernardi en el banco no es sencilla. El ex Mónaco no sólo es un referente de este plantel, sino además, ha sido el abanderado del juego impuesto por Gerardo Martino desde 2012, una pieza muy importante en un Newell’s que llegó a deslumbrar a todos y además consiguió el título en el Torneo Final 2013.
Pero el estilo fue perdiendo forma con Alfredo Berti y mucho más con Raggio, a pesar de que ambos entrenadores elogiaban la forma de juego que imponía el equipo. Y el golpe de perder el tercer clásico consecutivo provocó que los propios futbolistas, que se mostraban reticentes al cambio, finalmente hayan aceptado probar algo distinto. Y fue ahí donde Raggio modificó el sistema a un 4-4-2 y Bernardi perdió su lugar.
¿Puede jugar el ex Mónaco con ese dibujo táctico? El propio Raggio respondió que sí, como volante central en un ‘doble cinco’ que obviamente requiere de otro mediocampista con más marca y despliegue.
Bernardi ya jugó como ‘doble cinco’ en el ciclo Sensini, incluso en el torneo donde la Lepra peleó el título en 2009 y donde hacía dupla con Diego Mateo.
Claro que eso fue hace 5 años y hoy el despliegue físico de Lucas es menor. Así lo entendió Gerardo Martino cuando asumió en 2012, tras un 2011 donde Bernardi venía en baja, con un Javier Torrente que incluso le había sugerido a la dirigencia que no lo iba a utilizar, aunque después optó por darle un lugar, y con un final de año donde el propio Lucas analizaba buscar otro horizonte a partir de cuestionamientos de algunos hinchas donde se incluyeron amenazas y algunos hechos violentos en negocios familiares.
El Tata le dio nueva vida a Bernardi, le dio otra obligación dentro del equipo, ubicándolo como el cerebro y conductor de un sistema que proponía tenencia de la pelota como premisa. Allí el mediocampista volvió a brillar e incluso en 2013 fue considerado una de las figuras del torneo.
Hoy la situación es distinta. Si bien Raggio sigue confiando en lo que puede entregar Bernardi, el momento de la Lepra obligó al entrenador a tomar una decisión que además de ser antipática implica riesgos, dentro y fuera de la cancha.
Frente a Godoy Cruz la permanencia del capitán leproso en el banco duró 45 minutos. Raggio recurrió a él en el entretiempo y el equipo volvió al formato 4-3-3.
Contra Defensa y Justicia, tal vez por las condiciones que podía presentar la cancha, Raggio había decidido no incluirlo como titular. Y lo que hubiera pasado durante el partido queda sólo en supuestos.
Ahora llega San Lorenzo y Raggio tiene en mente mantenerse firme en el esquema 4-4-2.
Quedará saber si el DT le devuelve su lugar a Bernardi o prioriza la parte física y apuesta una vez más a los juveniles. Bernardi, ¿sí o no? Esa es la cuestión en la que se debate Raggio y también los hinchas leprosos. Es que seis años con el ‘7’ como protagonista principal en el mundo leproso es demasiado tiempo para que su presencia o ausencia pase inadvertida.
Los números desde 2009
Lucas Bernardi regresó de Mónaco en 2009 y si bien siempre dijo que no pensaba jugar tanto por su problema en la rodilla, lo cierto es que transita por el 12º torneo consecutivo y aún analiza seguir un poco más.
Esos seis meses de prueba se extendieron más de lo que el propio mediocampista imaginaba y desde su regreso el capitán leproso jugó 218 partidos (196 por torneos locales y 22 por competencias internacionales).
En ese lapso hay de todo. Un mal torneo inicial de Sensini, que rápidamente pasó a la mejor campaña en números de los 6 años con 39 puntos y un subcampeonato. Luego un 2010 con altibajos y un 2011 lleno de problemas. Con Javier Torrente llegó a estar casi afuera y luego pasó a ser titular inamovible. Y con Cagna jugaba, pero como en todo el 2011, el equipo ganaba poco y nada.
Después llegó el Tata y el panorama mejoró, para Lucas y para Newell’s. Pasó a ser capitán y figura y ni siquiera los tres meses parado por doping lo frenaron. Llegó el título y la semi de Libertadores y los elogios llovieron.
Con Berti todo fue de mayor a menor, aunque con Lucas como titular indiscutido, al igual que en el ciclo Raggio, hasta el clásico.
Con Bernardi en cancha, de 2009 a hoy, la Lepra sumó el 50 por ciento de los puntos que disputó. En cambio, cuando Lucas estuvo en el banco o afuera (apenas 37 partidos de 255) la Lepra acumuló el 43 por ciento de los puntos en juego.
Un detalle, con Bernardi afuera, salvo cuando Martino fue DT, donde Newell’s ganó 6 partidos sin la presencia del capitán, la Lepra apenas ganó 2 cotejos. Un dato que refleja la importancia que Bernardi tuvo para el Rojinegro en los últimos 6 años.