El director Lucas Turturro, que este jueves estrena en algunas salas del país y en la plataforma Cine.ar Play su primera ficción titulada Cómo mueren las reinas, afirmó a Télam que la decisión de contar una historia protagonizada por mujeres parte de su admiración por los personajes del relato: «Son muy valientes, arman sus estrategias, toman sus decisiones y aunque temen, no se paralizan», dijo.
De cara a su ópera prima, el cineasta y autor de documentales y series, aseguró: “Yo me veo reflejado en los personajes”.
Cómo mueren las reinas se encuadra en el thriller psicológico, con un relato claustrofóbico en el que Juana (Malena Filmus) y Mara (Lola Abraldes), son dos hermanas que conviven con su tía Inés (Umbra Colombo) en una casona alejada del pueblo con muy poco contacto con el exterior y trabajando en la producción de miel de abejas.
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La tensión entre las tres es evidente, en un día a día en donde se combina cierta violencia de Juana, el despertar de la pubertad de Mara y los secretos de Inés. El trabajoso equilibrio empieza a desvanecerse con la llegada de Lucio (Franco Rizzaro), un primo de la ciudad que viene a pasar unos días al campo y que con su presencia señalará el camino hacia la tragedia.
“Más que el sexo, el tema de la película es el deseo, el problema es cuando el deseo se estanca y se vuelve veneno”, afirmó el director, responsable de los documentales Un rey para la Patagonia (2011), mención especial en la 25º edición del Festival Internacional de Mar del Plata y el 24º Festival Internacional de Cine de Málaga; y de las series Caudillos (2009), Detrás de todo encuentro (2015) y Los visuales (2016).
Además y sobre la decisión de que el film sea un relato inmerso en un contexto de encierro con un personaje que llega de afuera y dispara una serie de sucesos trágicos, casi como un virus en esa familia, el director compartió: “El verdadero tema creo que uno lo descubre cuando termina de hacer la película. Sin dudas se puede hacer una lectura de la pandemia en la trama. El contexto en el que se ve una obra siempre da posible relecturas. Dentro de 20 años la película seguramente tendrá otro significado”.
En tanto, confió que la relación endogámica de las protagonistas y la tensión en esa convivencia se sostienen durante toda la historia. “El guión de Constanza Boquet en parte habla de eso. Yo creo que la convivencia, con el tiempo y sea con quién sea, termina resultando endogámica. Lo que sucede en esta película es que se amplifica por el encierro. Durante el aislamiento, en esta pandemia, seguro a muchos les sucedió y lo vivieron como una película de terror o un thriller psicológico”.
En paralelo, las abejas, que son el sustento de la familia, reflejan una organicidad que las mujeres no logran consolidar y eso, según el director, fue un aporte del productor Mauro Guevara. “Él colaboró con el guión, tratando de hacer una mejor película y defendiendo siempre la propuesta artística. Fue mi espejo en todo el proceso y a veces uno se pelea con su propio reflejo, y a veces se ama”.
Sobre si tiene referencias o si la película en particular tiene algún modelo, Turturro sostuvo: “No hay modelo. No me sale. Quizás es el resultado de un cóctel de influencias inconscientes, desde Leonardo Favio a Xavier Dolan, pasando por el trap y Netflix”.