En la primera reunión de la paritaria docente, los sindicatos le entregaron al gobierno provincial un pliego de demandas del cual sobresale la cuestión salarial pero que a la vez incluye otros reclamos, vinculados a la carrera, los concursos, la formación y a las condiciones de trabajo.
En particular, desde Sadop Rosario lograron incluir peticiones puntuales vinculadas a la educación privada. El líder del gremio, Martín Lucero, destacó que en ese primer encuentro “se abordaron las particularidades de las escuelas de gestión privada” y se constituyó además una subcomisión para el sector de la docencia privada.
Más allá de las demandas vinculadas a la carrera y las condiciones laborales, el tema que domina la paritaria es, una vez más, la cuestión salarial. Desde el sindicato que reúne a los docentes de establecimientos de gestión privada pidieron “que los salarios le ganen a la inflación”. Y defendieron también la continuidad de la cláusula gatillo como mecanismo de actualización salarial en caso de que la inflación no ceda.
“Esperamos que en breve haya una presentación formal de la oferta salarial”, señaló Lucero en diálogo con El Ciudadano. “Nosotros planteamos claramente que los sueldos no pueden perder poder adquisitivo respecto de la inflación. En ese sentido, la cláusula gatillo ha sido el mecanismo que hemos usado hasta ahora y que ha garantizado que eso no pase. Pero si hay otra propuesta de parte del gobierno, la vamos a analizar en la medida de que se garantice el mecanismo de recomposición salarial”.
—¿Les adelantaron cuáles serían esas otras propuestas posibles?
—No. Solamente los gremios planteamos el tema de la cláusula gatillo. El gobierno dejó el tema para las discusiones en la comisión técnica (salarial).
—¿Piensan que el gobierno la va a quitar la cláusula gatillo, como anticiparon algunos ministros?
—Yo creo que el gobierno va a hacer el mejor esfuerzo para presentar una oferta que los docentes puedan aprobar. En ese sentido, la actualización salarial no va a quedar de lado. Ahora, si la propuesta va a incluir cláusula gatillo u otro mecanismo de actualización, no lo sabemos. Lo que sí dejamos en claro es que no puede haber una propuesta de suma fija estándar para todo el año que no tenga un mecanismo de recomposición.
—¿Qué opinan ustedes de la idea de actualizar salarios en relación a la recaudación en lugar de la inflación?
—Ya se ha abordado en otras paritarias, con el gobierno anterior, y ese tipo de propuestas no han tenido éxito. Los trabajadores no podemos pagar con nuestro sueldo el déficit fiscal de la provincia. Aceptar que los aumentos vayan vinculados a la recaudación fiscal es admitir que los trabajadores vamos a ser la variable de ajuste de las cuentas provinciales. El Estado debe tener mejores mecanismos y herramientas, aparte ese tipo de planteos hacen que los trabajadores sean socios en las pérdidas, cuando el Estado recauda poco, pero cuando recauda mucho no hay mayores aumentos.
—En el gobierno condicionan la política salarial a la aprobación de la ley de Necesidad Pública. ¿Comparten esa lectura?
—Ese es un acuerdo que tiene que alcanzar la corporación política. Evidentemente hay una tensión que tiene que ver con que el Ejecutivo y el Legislativo han cambiado sus roles, pasaron de ser oposición a oficialismo y viceversa, y entiendo que lo que hace el Frente Progresista es no querer aprobar esta ley porque sería admitir que no le ha ido del todo bien en sus gestiones. Creo que la corporación política tiene que alcanzar consensos y tiene que darse la situación para que el Poder Ejecutivo tenga estas herramientas; en todo caso, establecer los mecanismos de control desde el Poder Legislativo, pero lo que no puede suceder es que esta discusión se mantenga en el tiempo, porque en el medio estamos los trabajadores.
—¿Ustedes aceptan que sin ley de Necesidad Pública puede peligrar la política salarial?
—Eso lo tiene que acordar la corporación política. No somos nosotros los que tenemos que resolverlo; nosotros defendemos los intereses de los trabajadores, no somos ni diputados ni senadores ni somos el gobierno.
—La paritaria nacional, ¿va a funcionar como una guía en la provincia o son discusiones que van por carriles diferentes?
—Van por carriles diferentes, pero es inevitable asumir que la paritaria nacional es una referencia ineludible para las provincias. El financiamiento que consiguen los gremios discutiendo la paritaria nacional tiene impacto en las provincias. Va a ser una referencia para tener en cuenta, pero no es determinante. No necesariamente lo que sucede en la Nación tiene que aplicarse directamente en las provincias.
—Además del tema salarial llevaron otras demandas a la mesa paritaria. ¿Cuáles son las más urgentes?
—Las más urgentes tienen que ver con los concursos y los escalafones, la carrera docente, la inseguridad en los colegios, las fumigaciones en las escuelas rurales. Es muy amplio el abanico de temas.
