Investigadores del Conicet descubrieron que la clave para tratar la endometriosis, que afecta a un millón de mujeres en Argentina con fuertes dolores abdominales, puede estar en compuestos a base de uva, frutos rojos y té verde. Sin embargo, el dato es apenas un trato superficial de la enfermedad que puede derivar en la infertilidad de la mujer.
La investigación es parte de la tesis doctoral de la científica Analía Ricci, en el Laboratorio de Inmunología de la Reproducción, del Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme).
Alrededor de 200 millones de mujeres en el mundo sufren dolores pélvicos agudos y la culpa de ese trastorno, se creía, era la menstruación. Pero en la actualidad, se sabe que una de las causas del dolor es la endometriosis, una enfermedad benigna que en algunos casos puede llegar a causar infertilidad.
El origen de esa patología estaría dado por la “menstruación retrógrada”, evento en el cual se produce un pasaje de fluido menstrual a través de las trompas de Falopio y su depósito fuera del útero, con el posterior crecimiento de células en forma de lesiones.
Ese proceso es común a todas las mujeres. Sin embargo, sólo un porcentaje de ellas desarrollan la endometriosis. La investigación difundida por el Conicet, observó que dos compuestos, uno a base de uva (resveratrol) y otro de té verde (galato de epigalocatequina Egcg), inhiben la proliferación celular de las lesiones endometriósicas, que se producen por el depósito y crecimiento celular.
Paralelamente, se supo que “la endometriosis es mucho más compleja y hay un trasfondo de tipo genético que tratar en cada caso, esto no se soluciona con una simple dieta de frutos rojos y antioxidantes”, tal cual sostuvo a El Ciudadano la ginecóloga Patricia Perfumo.
La mujer aclaró que si bien aún no se conocen con certeza el origen de esta enfermedad, la carga genética es fundamental a la hora se su tratamiento. “Esta genética depende de múltiples factores, entre ellos su predisposición en sí, sea de sus progenitores, o de alguna afección que ellos hayan padecido. Por eso su etiología se desconoce completamente”, dijo. La profesional agregó que “es cierto que una dieta rica en antioxidantes favorece que se tenga un mejor impacto en la salud de la mujer, pero esta enfermedad depende de los ciclos menstruales que cada mujer tenga”.
La endometriosis está relacionada con la cantidad de ciclos menstruales que tenga una mujer. Es por eso que se recomienda no tener estos sangrados en aquellas mujeres que padecen la enfermedad, para así resguardarla de los dolores intensos.
Además, según la investigación, esos compuestos en la dieta propuesta inducen la muerte celular programada y actuarían impidiendo la formación de vasos sanguíneos del tejido endometrial, que causa la enfermedad.
Los resultados en la fase experimental son muy alentadores, ya que los efectos de los componentes naturales fueron probados en células provenientes de mujeres afectadas por endometriosis y en ratones hembra, a los que se les indujo la enfermedad.
El equipo de Inmunología de la Reproducción también estudió nuevas estrategias para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, así como la caracterización del endometrio y del ambiente peritoneal que envuelve la mayor parte de los órganos del abdomen de las mujeres afectadas.
Rosa Inés Barañao, directora de ese equipo, destacó que “la idea es encontrar nuevos tratamientos médicos para la endometriosis y poder evaluar sus efectos sobre la proliferación celular”.
“Esta enfermedad afecta al 10 por ciento de las mujeres en edad fértil y entre el 50 por ciento y el 80 por ciento está asociada a infertilidad”, explicó la investigadora.
Actualmente los tratamientos para pacientes con endometriosis son quirúrgicos y hormonales y muchas veces causan efectos no deseados, además de ser costosos y de no evitar la reincidencia de la enfermedad.
Por su parte, Perfumo declaró: “La recomendación que les puedo dar a las mujeres que padezcan endometriosis es tener menstruaciones poco abundantes, esto se logra por medio de anticonceptivos o con controles ginecológicos”.
A su vez, la doctora señaló a este medio que las mujeres que han tenido hijos son las que tienen menor riesgo de padecer endometriosis, debido a la cantidad de meses que tienen sin su ciclo menstrual, entre el embarazo y el período de lactancia. “De todas maneras, tengamos en cuenta que antes las mujeres eran madres a los 18 o 20 años, hoy muchas superan los 30 en su primer embarazo y eso significan muchos años de menstruación y probabilidades de endometriosis”.