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Ludmila, la nena maltratada por sus padres, fue dada de alta

Estuvo internada más de dos meses en el Vilela tras ingresar con un cuadro de abandono extremo y serias lesiones.

Ludmila, la niña de 2 años y medio de edad oriunda de Capitán Bermúdez, cuyo caso impactó a la opinión pública a principios de septiembre de este año tras ingresar al hospital de Niños Víctor J. Vilela en un estado de abandono extremo, fue dada de alta tras más de dos meses de internación y quedó bajo la tutoría de una tía paterna ya que sus padres, señalados como responsables del maltrato, continúan detenidos con prisión preventiva acusados de tentativa de homicidio.

La buena noticia pone algo de luz en la vida de una chiquita que ingresó al centro de salud con un cuadro de infección grave, hematomas múltiples y lesiones ulceradas que llegaban incluso hasta el hueso por haber estado hacinada en condiciones infrahumanas.

Tal era su cuadro que, en su momento, hasta los propios médicos coincidían en que nunca habían visto algo así.

El subdirector del Vilela, Gerado De Vita, recordó que fue “un caso sumamente impactante” para los profesionales del hospital.

“Durante el tiempo que estuvo internada la venían a visitar una de las abuelas y la tía. Estaba en muy malas condiciones pero con el trabajo perseverante se logró revertir la situación. Poco a poco comenzó a tener una mejor comunicación, a interrelacionarse, a jugar y a reírse. Ahora volvió con familiares a Capitán Bermúdez y estamos en contacto permanente con ellos haciendo un seguimiento para monitorear su evolución”, indicó el funcionario.

“La nena estuvo internada desde el último 3 de septiembre hasta anteayer, cuando fue dada de alta. Está semana tenemos que volver a verla para un control con el cirujano y otros controles clínicos”, agregó.

Seguimiento

Por su parte, el secretario de Salud de Capitán Bermúdez, Manuel Smerling, contó a este diario que “se está recuperando muy bien”.

“La chiquita fue dada de alta y quedó al cuidado de una familiar. Para el seguimiento del caso se está trabajando de manera integral entre especialistas del área de salud mental, de la niñez e integrantes de nuestro centro de salud. Tiene una pediatra que trabaja con nosotros y también en el Vilela”, siguió.

“Se eligió a la tía porque cuando se trabajó con los distintos equipos junto a Ludmila, a quien más reconocía era a esta persona, por eso se terminó determinando que sea la encargada de tenerla porque los padres continúan detenidos con graves acusaciones”, añadió.

Los padres de la niña fueron detenidos apenas conocida la noticia y desde ese momento están a disposición de la Justicia acusados de intento de homicidio.

La niña tenía también lesiones en el cuero cabelludo, donde presentaba áreas de alopecia, o sea de falta de cabello, “como si le hubiera sido arrancado”.

En la Justicia

Al caso lo tomó en un principio la Policía de Capitán Bermúdez y posteriormente se hizo la denuncia en la fiscalía de San Lorenzo, que es la que corresponde por jurisdicción.

En este sentido, según informó el fiscal Leandro Lucente, los padres de la niña “continúan detenidos con prisión preventiva”.

“Lo último que hay es que la defensa apeló la resolución, por lo que habrá una audiencia que aún no tiene fecha, para discutir sobre la situación. Se concedió el recurso porque fue presentado en tiempo y forma pero eso no significa que vayan a quedar en libertad; es algo que se tiene que discutir en el juzgado a cargo de la causa”, aclaró.

Los cargos

“A la pareja se la acusa de tentativa de homicidio con lesiones graves agravadas por el vínculo y abandono de persona agravado por el vínculo en concurso real con lesiones graves y abandono de persona. Ambos están a disposición del juez y a la espera de un veredicto”, concluyó el funcionario judicial.

Una historia que provoca escalofríos

Ludmila no fue la única que padeció el maltrato por parte de sus padres, quienes están detenidos. Sebastián, un primo de la beba, que tiene 8 años y también estaba al cuidado de los imputados, fue internado con un cuadro grave de desnutrición y lesiones poco después que la nena en el policlínico Eva Perón, de Granadero Baigorria.

Al niño se le detectaron signos de que podría haber sido abusado. También trascendió que está indocumentado, que no sabe leer ni escribir y tiene serias dificultades para comprender determinadas situaciones.

Tras un mes internado, fue dado de alta y quedó bajo el cuidado de la abuela paterna, quien denunció los hechos y puso al descubierto las atrocidades. La mujer también quedó provisoriamente a cargo de dos hermanos de Ludmila, un bebé de 9 meses y otro de 4 años.

Si bien estos chiquitos no tenían signos de extrema violencia física, sí mostraban ser víctimas de un notorio estado de desidia y abandono.

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