Jorge Marti trabajó 10 años en los casinos de Victoria, Santa Fe capital y Melincué. Aprendió cómo los clientes que lo perdían todo y volvían a la mesa de black jack, ruleta o las maquinitas estaban superados por el juego. Y peor, que aún cuando se daban cuenta y pedían que los casinos no les permitieran entrar, el Estado no ofrecía contención o forma de ayudarlos. Quedaban en la puerta. El problema no queda adentro del casino. Así lo entienden desde la Asociación Fuera de Juego, creada por Marti en agosto y que este sábado a las 17 hará su presentación en sociedad en el hotel Pringles situado de Santa Fe 1461. Desde el grupo darán a conocer parte de sus iniciativas contra la ludopatía. Entre otras, pedir estadísticas al Estado sobre cantidad de jugadores con problemas en Santa Fe y que, cuando una persona está excluida -el casino le impide el ingreso-, les ofrezcan contención y tratamiento. “Hay muchas personas con problemas de juegos que están asociados a otros consumos. No son tramas sencillas y están invisibilizadas”, explicó Marti.
Para ayudar
El sábado en el hotel Pringles, Fernando González presentará el libro La mala suerte no existe y la asociación contará el trabajo que empezó meses atrás. En diciembre consiguieron la personería jurídica y cuentan con abogados y dos psicólogas que asisten a personas que reconozcan tener adicción al juego. “No existe una sola estadística de cuántas personas padecen este problema. Tampoco una clara idea de cuál es lugar y tratamiento para la familia o el ludópata”, indicó Marti.
En la ciudad funciona una organización de ayuda a los jugadores en problemas. Similar a Alcohólicos o Narcóticos Anónimos, trabajan con el formato de los 12 pasos nacido en Minnesota, Estados Unidos. Propone superar un problema cumpliendo etapas y acciones. Si no lo alcanza o reincide en jugar, vuelve de nuevo al primer paso. En general, son impulsados por ex jugadores recuperados. “Aún no sabemos qué paradigma de trabajo vamos a tener. Lo dejamos en mano de la psicóloga que defina la atención. Sí queremos que reconozcan el problema y saber que hay formas de superarlo”, concluyó Marti.