Ludueña fue escenario de la rivalidad de dos grupos que dirimen sus conflictos a los tiros. Desde noviembre de 2014 las denuncias mutuas no cesan. El Ministerio Público de la Acusación acumuló 40 denuncias cruzadas donde se repiten los denunciantes y denunciados pero las medidas que se realizan en esas investigaciones se vieron afectadas por la reacción de estas personas cada vez que se produce una evidencia en el barrio. El arma de fuego es la nota característica en estos hechos que se trascriben en tiroteos, amenazas, robos y daños entre otros delitos. Para cortar con la escalada de violencia la Fiscalía efectuó una serie de allanamientos y detuvo a 10 personas –cinco de cada bando– que fueron imputadas por este conglomerado de ataques. Los dos grupos sostienen que los otros son los violentos aunque la mayoría de sus miembros quedaron detenidos en prisión preventiva mientras avanza la pesquisa.
Un conflicto de vieja data fue el disparador del fuerte cruce que existe entre dos grupos de barrio Ludueña. Denuncias recíprocas, informes de inteligencia, comunicaciones telefónicas, informes ambientales para identificar personas y domicilios, perfiles de Facebook donde los protagonistas están armados y hablan de la rivalidad que mantienen con el otro grupo y filmaciones de cámaras de seguridad le dan marco a la evidencia que recolectó la Fiscalía y que plasma el enorme conflicto que viven no solo los grupos antagónicos sino el resto de los habitantes del lugar –Junín y las vías- que son ajenos al hecho. La presencia de armas de fuego implica que el conflicto se está dirimiendo de la peor manera y no solo se ponen en riesgo los protagonistas de esta saga violenta sino que peligran terceros ajenos a la disputa, sostuvo la fiscal Gisela Paoliccelli.
La funcionaria explicó que hubo episodios de violencia entre los grupos que quedó registrado en cámaras de seguridad. Incluso se enfrentaron en la Fiscalía donde ambos bandos se cruzaron. La fiscal Paoliccelli refirió que en al menos 3 oportunidades se ordenaron rondas de controles policiales en la zona y el último sábado hubo que ubicar una consigna policial en una propiedad donde se iba a desarrollar un cumpleaños porque la otra parte sostuvo que iba a ir a aguar la fiesta.
La fiscal no dejó de lado las falencias de la Comisaría 12° ante la producción de cierta evidencia y sostuvo que hay denuncias de que la Seccional recibiría alguna clase de abono por parte de algunos integrantes de uno de los grupos. Paolicelli explicó que la realización de alguna medida implicaba la reacción de uno y otro grupo en el barrio donde son vecinos. Los testigos tenían temor de declarar por lo que decidieron realizar los allanamientos del miércoles pasado que incluyeron 15 procedimientos.
Fueron detenidas 12 personas y 10 de ellas llegaron a Tribunales para una audiencia imputativa donde se achacaron 15 hechos en total. Las imputaciones tienen que ver con amedrentamientos a miembros del otro grupo como corridas a los tiros o piedrazos, tiroteos al frente de la casa, amenazas y robo de efectos entre otros episodios. El encuentro entre los imputados en Tribunales generó un nuevo incidente entre ellos, pero no pasó a mayores.
A primera hora Nahuel Damián L, Gastón Elías E., Gerardo M. alias jeringa, Cristian Marcelo M. y Javier Alejandro C. fueron imputados. En total la banda fue sindicada por 10 hechos. Amenazas que tienen como víctimas especialmente a mujeres que pertenecen al otro grupo, abuso de armas, resistencia a la autoridad y tentativa de robo son los delitos achacados.
En la audiencia presidida por el juez Luis María Caterina algunos imputados efectuaron descargos. Uno de ellos, apodado Jeringa, dijo que en una oportunidad la madre de Brian V. lo quiso matar y en la cárcel se suicidó. Por eso se generó la enemistad.
La fiscal Viviana O`Connell solicitó la prisión preventiva. El magistrado resolvió dictar la medida cautelar de cuatro de ellos mientras que Javier Alejandro C. –quien fue imputado en un solo hecho– obtuvo la libertad con la advertencia que no puede volver a su domicilio. Del resto solo uno logró que el arresto fuera domiciliario.
Cuatro horas después tuvo lugar la audiencia imputativa del otro grupo integrado por Gustavo Ezequiel C., Kevin C., Enzo Gastón V., Malcon V. y Miguel Maximiliano N. Esta vez el acto fue presidido por el juez Héctor Núñez Cartelle. La fiscal Paolicceli le imputó a la banda 5 hechos que encuadran en los delitos de tenencia y portación de arma, resistencia a la autoridad y robo en poblado y en banda.
Cuatro de ellos declararon y aseguraron que el conflicto lo inicia siempre el otro grupo y que ellos solo se defienden de las agresiones. La fiscal pidió prisión preventiva por el plazo de ley e hizo referencia a los antecedentes penales de los imputados, dos de los cuales cuentan con sentencias condenatorias.
La defensora oficial Melania Carrara se opuso. A su turno Núñez Cartelle aceptó la imputación y resolvió dictar la cautelar para el quinteto por el plazo de ley.
Un sexto integrante de este grupo se encuentra detenido por un escruche y será indagado próximamente por el conflicto. En el atraco perdió su celular del que surgen conversaciones sobre la disputa y los distintos ataques a balazos que protagonizan los grupos.