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Luego de la tragedia, clausuraron definitivamente el Love Parade

Los organizadores de la multitudinaria fiesta de música electrónica Love Parade en Duisburg, oeste de Alemania, donde murieron ayer al menos 19 personas, anunciaron hoy la clausura definitiva de esa actividad. Tragedia en la Love Parade

La canciller alemana, Angela Merkel, ordenó una investigación sobre la tragedia, en tanto Rainer Schaller, a cargo de la organización, dijo que “las palabras no bastan para explicar la dimensión del desconcierto” y sostuvo que “lo más importante es que se esclarezcan los hechos”.

“Es necesario que se investigue a fondo para comprender por qué ocurrió, por qué los jóvenes que estaban felices de concurrir a ese evento… tienen recuerdos estremecedores, y debemos hacer todo lo posible para estar seguros de que algo de ese tipo no vuelva a ocurrir”, declaró la jefa de gobierno.

Merkel expresó que los organizadores “dijeron que no realizarán más ninguna Love Parade, pero eventos de este tipo deben ser seguros y las regiones tienen obviamente fuerzas de policía adecuadas para garantizarlo”.

La policía alemana sostuvo que fueron identificadas 16 víctimas mortales, que tenían entre 18 y 38 años, también que otras 516 personas resultaron heridas, según indicó un cable de Ansa.

Del total de personas muertas, 11 eran alemanas, 2 españolas y 1 italiana, en tanto las otras venían de Holanda, Australia, China y Bosnia.

Según se informó, la ciudadana italiana se llama Giulia Minola y tiene 21 años y, en cuanto a los españoles muertos, la cancillería de su país dijo que se trata de dos estudiantes, cuyas familias fueron notificadas y viajarán a Alemania de inmediato.

Los jóvenes murieron golpeados, pisoteados y asfixiados en un túnel de 200 metros de largo por 20 de ancho, en una avalancha cuyo origen no estaba claro hasta hoy, aunque se presume que comenzó cuando una multitud intentaba entrar y otra salir por un espacio insuficiente.

El papa, Benedicto XVI, expresó “profundo dolor” por la tragedia ocurrida en Duisburg.

“Recuerdo en la plegaria a los jóvenes que perdieron sus vidas”, sostuvo Joseph Ratzinger tras el Angelus dominical en Castelgandolfo.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y al gobierno alemán.

Al lugar viajó hoy la nueva gobernadora del land, el más populoso de Alemania, Hannelore Kraft.

El tumulto se produjo en un túnel de 200 metros, que era el principal punto de pasaje para alcanzar el centro de la fiesta que se realizaba en una estación de trenes en desuso.

“Vi muertos, otros estaban vivos pero inconcientes”, dijo uno de los testigos de la tragedia, llamado Alexis, de 28 años y originario de Wuppertal.

Otro testigo, llamado Lubber, de 31 años, sostuvo que la gente “continuaba bailando, incluso aquellos que habían perdido un amigo”.

Las autoridades de Duisburg dispusieron un número de emergencia para transmitir informes a quienes presuman que pueden tener familiares entre las víctimas.

Hasta hoy se desconocía el número exacto de participantes: 1,4 millones de seguidores de la música electrónica, dicen algunos, o 200 mil, como sostienen las autoridades.

El lugar de la reunión al aire libre, una vieja estación de carga de la ciudad del Ruhr, era para 300 mil personas y en el momento de la tragedia no estaba colmada, subrayó a Ansa, el jefe de la unidad de crisis, Wolfgang Raabe.

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