Los allanamientos realizados este miércoles a propiedades del agente de Bolsa y financista rosarino Luis herrera se habían filtrado y por eso el empresario, junto a sus dos hijos, se presentaron el lunes en la sede de la Policía de Investigaciones (PDI) y quedaron detenidos. Pero, aunque anticipados, los procedimientos fueron con sorpresa: en domicilios de la zona norte de Rosario, un departamento céntrico y una vivienda de la localidad de Timbúes, el personal de la División Delitos Económicos Zona Sur encontró 13 armas de fuego con papeles vencidos y más de mil cartuchos de munición. También se incautó se incautó una gran cantidad de documentación relevante para la causa que investiga un fraude cifrado en alrededor de 30 millones de dólares.
Los allanamientos fueron solicitados por el fiscal Miguel Moreno, a cargo de la Unidad Económica de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, sobre domicilios de Herrera y sus dos hijos, Ignacio y Diego. Los tres quedaron alojados en el Complejo Penitenciario de 27 de Febrero al 7800 y el jueves, a las 8 en el Centro de Justicia Penal, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) tiene previsto formularles nuevas imputaciones a raíz de un centenar de nuevas denuncias por estafa que llevan a unos 300 los casos presentados por las víctimas de las maniobras. La audiencia imputativa estará presidida por la jueza Paula Álvarez.
La PDI informó el resultado de los allanamientos pedido por el fiscal Moreno, que incluyen el secuestro de un mini arsenal. Los procedimientos fueron en domicilios de J.C Paz al 1900, Álvarez Thomas al 1300 y al 3500, Herrera al 400, un departamento de avenida Pellegrini al 600, pasaje William al 3500 y, en Timbúes, Carlos Gardel al 300.
Las armas y proyectiles encontrados son:
- Revolveres doble acción de calibres .38, .357 y .32.
- Fusiles de repetición calibres 7.65 mm y .30, algunos con mira telescópica.
- Una carabina semiautomática.
- Una pistola semiautomática calibre 10 mm marca Glock, con dos cargadores.
- Una carabina calibre .22.
- 100 vainas servidas de diversas marcas.
- 1.147 cartuchos de diferentes calibres.
Además, se secuestraron otros elementos que aportan material para al investigación:
- Seis teléfonos celulares.
- Tres tarjetas de memoria de cámaras inalámbricas.
- Un pendrive identificado con la leyenda “Grupo Financiero Improsa”.
- Un iPod.
- Una computadora de escritorio marca Equus.
- Documentación considerada de interés para la causa.
El financista era titular de la sociedad de Bolsa Fernández Soljan y hasta finales de 2021, cuando se destapó el mega default, era considerado un confiable operador financiero, que hasta llegó a presidir en dos ocasiones el mercado de futuros (divisas, commodities y activos financieros) Rofex, el más importante de su tipo en el país.
Lo que se derrumbó entonces fue la mesa financiera que Herrera manejaba en paralelo con la agencia de Bolsa, con clientes de alto poder adquisitivo que durante varios años le confiaron dinero –en su mayoría en negro y efectivo– bajo la promesa de altos dividendos que decía obtener con sofisticadas operaciones en el mercado de futuros y derivados de los Estados Unidos. El esquema funcionó hasta que, como todos los de tipo Ponzi, estalló al comenzar las dificultades para afrontar los pagos de las prometidas suculentas ganancias.
La causa acumula alrededor de 300 denuncias de estafa, de las cuales cerca de la mitad surgieron recientemente y justificaron la necesidad de nuevos allanamientos.
Herrera fue detenido por primera vez el primer día de noviembre de 2022 en su casa de José C. Paz al 1900, en barrio Alberdi, en el marco de un operativo que incluyó ocho allanamientos en domicilios de Rosario y uno en Timbúes. Dos días después, el financista, junto a su esposa y sus dos hijos, fueron imputados por el fiscal Moreno por los delitos de asociación ilícita, estafas, administración fraudulenta y lavado de dinero. Sin embargo, le concedieron la libertad contra el pago de una fianza de tres millones de pesos.