Rosario «mira por tevé» como Luis Miguel, uno de los hasta hace pocos años habituales artistas internacionales que visitaba la ciudad, pasa por el costado. Desde algunas semanas se encuentra girando por el continente. Ya pasó por el famoso Festival de Viña del Mar en Chile y este martes llegó a la Argentina para hacer lo que mejor sabe en Córdoba donde enamoró a unas 12 mil personas en el Orfeo Superdomo. La gira nacional la cerrará, como es de esperar, en Buenos Aires, con dos shows, el viernes y sábado en el Campo Argentino de Polo.
Cerca de las 22 se levantó el telón y apareció el Rey Sol para brillar en medio de la noche cordobesa. Casi una hora más tarde de lo previsto, Luis Miguel subió al escenario para interpretar una larga lista de treinta y ocho canciones.
En el primero de los shows en el país, a más de tres años de su último desembarco, el cantante hizo un repaso por los clásicos de siempre, aquellos que volvieron a instalarse en la memoria colectiva. Para iniciar el cantante eligió: “Si te vas” y más tarde llegó el tiempo de: “Tú, solo tú”, “Amor, amor, amor”, “Por debajo de la mesa” y “La incondicional”, entre otras.
No estuvo tan sociable como en otros años e hizo esperar una hora a sus fans pero se conectó con el público a través de sus miradas, movimientos y juegos vocales que provocó un delirio permanente.
A la medianoche, cuando el reloj ya marcaba el nuevo día, se bajó del escenario y se despidió con un: “Gracias Córdoba”.
El cantante está en plena gira presentando el espectáculo ¡México Por Siempre!, donde repasa sus más grandes éxitos. Y lo hace en la cresta de la hola, impulsado por el gran éxito que tuvo la serie que reflejó su vida en la plataforma Netflix, hecho que revitalizó su carrera a nivel internacional.
A lo largo de 36 años de carrera, el artista editó treinta y tres discos, vendido más de cien millones de discos en todo el mundo. Además, certificó múltiples discos de Oro, Platino y Diamante y fue ganador de seis premios Grammy y cuatro Grammy Latino.