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Lula dedicó el doctorado honoris causa de la UNR a «los estudiantes y profesores desaparecidos»

El ex presidente de Brasil recibió el reconocimiento en un encuentro virtual con la alta casa de estudios, donde fue invitado para pensar el futuro post pandemia. Destacó el compromiso de Rosario y su Universidad en la lucha por los derechos humanos y la educación pública

Lula da Silva se convirtió este jueves en profesor honorífico de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El ex presidente de Brasil participó de una videoconferencia en la cual se le transmitió su nominación a un doctorado honoris causa de la Facultad de Humanidades y Artes que fue promovido por esa casa de estudios el 7 de abril de 2018, el mismo día en que se convertía en preso político. El rector de la UNR, Franco Bartolacci, definió el reconocimiento como “un acto de justicia frente a la injusticia” que lo llevó a estar encarcelado durante 580 días, hasta noviembre del año pasado. “Sé que Rosario y su Universidad estuvieron siempre en la vanguardia de las movilizaciones en defensa de los Derechos Humanos y de la educación pública”, dijo el ex mandatario de Brasil, quien dedicó el doctorado “a los estudiantes y los profesores asesinados y desaparecidos durante la última dictadura militar argentina y otras dictaduras militares en nuestro continente, por su memoria siempre viva, por su ejemplo siempre presente”.

El encuentro con Lula da Silva fue parte de “Reflexiones al atardecer. El escenario global post pandemia”, un dispositivo de reflexión y participación digital de la UNR con intelectuales y grandes líderes del mundo sobre los potenciales escenarios que se abren con la singularidad de la crisis sanitaria, económica y política que desató el nuevo coronavirus.

Pero antes de comenzar con su exposición, Lula fue reconocido como profesor honorífico de la UNR, luego de ser nominado a un doctorado honoris causa de la Facultad de Humanidades y Arte. “El mismo día que era injustamente encarcelado y perseguido, la comunidad de la UNR decidió nombrarlo profesor mientras era trasladado a la cárcel injustamente, simplemente para decirle al mundo que nosotros queríamos a ese hombre como nuestro profesor y que lo nominábamos para que toda la UNR lo convierta en honoris causa”, expresó Pedro Romero, secretario el Área de Iternacionalización de la UNR y anfitrión del encuentro virtual.

El rector de la UNR, Franco Bartolacci, definió el reconocimiento a Lula como “un acto de justicia frente a la injusticia”.

“Venimos a reconocer en Lula una manera de hacer, sentir y pensar el mundo que a nosotros nos interpela, nos conmueve y nos moviliza. Venimos a poner en evidencia el testimonio de vida del presidente Lula, pero también a decir cuál es nuestra aspiración: las instituciones, cuando reconocen a alguien, no sólo hablan de esa persona sino que también dicen mucho de sí mismas. Este reconocimiento es nuestra manifestación pública de acompañar a quien consideramos referente del mundo y la región. Un liderazgo que nos invita a pensar un horizonte posible”, dijo Bartolacci.

Alejandro Vila, decano de la Facultad de Humanidades y Artes, destacó las políticas educativas de los gobiernos del PT (Partido de los Trabajadores) en Brasil, a través de las cuales se pudo “erradicar el analfabetismo, se democratizó la educación en Brasil con la creación de vacantes para personas que venían de las escuelas públicas, afrodescendientes e indígenas, la creación de becas de financiamiento estudiantil, referencia en toda Latinoamérica, y la implementación a la currícula de educación primaria y media de estudios relativos a la cultura afrodescendiente”.

Quien mejor resumió el peso de las políticas educativas llevadas adelante por Lula durante sus mandatos fue Fernando Haddad, ministro de Educación de Brasil entre 2005 y 2012, quien fue uno de los oradores invitados al acto virtual.

“Tuve el honor de ser por siete años ministro de educación de un gobierno que abrió la puerta de las universidades para los pobres y para los negros, que representan un 50 por ciento de la población brasilera y que por primera vez en la historia de nuestro país ingresaron a nuestra universidades y comenzaron a graduarse en las carreras más diversas. Pobres y negros que se convirtieron en ingenieros, médicos, profesores, enfermeros. Y que hoy incluso están en la primera línea de nuestro servicio de salud pública, ayudando a los brasileños en el combate de la pandemia.

Haddad destacó “el coraje de la comunidad académica de la UNR: fueron pocos los que en el momento más difícil de la vida del presidente tuvieron el coraje institucional  de cerrar filas en defensa de la justicia y del honor del presidente Lula”.

La palabra de Lula

El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, de 74 años, siguió desde su residencia a las afueras de San Pablo los discursos de los distintos oradores y luego brindó el discurso que aquí transcribimos.

“Es un honor recibir la distinción más importante de la UNR. Es un homenaje que aprecio inmensamente por mucha razones. Cada doctorado honoris causa que recibo es un reconocimiento no sólo a mi persona, sino fundamentalmente a la lucha del pueblo brasileño en defensa de su dignidad, democracia y justicia social. Mis gobiernos, y los gobiernos de la presidenta Dilma, fueron momentos importantísimos por la lucha de un Brasil solidario, igualitario, sustentable, diverso, antirracista y pacífico, donde la riqueza y los bienes públicos no fueron apropiados por las oligarquías elitistas y autoritarias que históricamente gobiernan Brasil”.

“Con este homenaje, lo que la UNR está afirmando es que aquél Brasil merece ser recordado como un país libre y democrático, capaz de tratar a su pueblo, en especial a los más pobres, con respeto, cuidado y espíritu de Justicia. Aquella trayectoria de desarrollo económico, social y cultural debe ser rescatada para el bien de la nación brasileña, no sólo para beneficiar a nuestro país, sino también al proyecto siempre actual de desarrollo compartido e integración de nuestra querida América Latina”.

“Espero en poco tiempo volver a la Argentina y a la ciudad de Rosario, quiero conocer personalmente la Universidad y también caminar por calles y parques de esa ciudad emblemática en la historia de las luchas democráticas y libertarias de Argentina y de América Latina. Sé que Rosario y su Universidad estuvieron siempre en la vanguardia de las movilizaciones en defensa de los Derechos Humanos y de la educación pública. Una ciudad obrera y cosmopolita con una universidad al mismo tiempo popular y de excelencia; una ciudad que es fuente de inspiración democrática por su cultura popular y erudita; por sus políticas ciudadanas para la protección de los espacios públicos y su notable gestión municipal”.

“Una Universidad que en sus más de 50 años de vida demostró que la calidad de la educación sólo crece y se fortalece cuando está al servicio de un proyecto nacional de emancipación y civilizatorio. Una Universidad y una ciudad casi mitológicas para la izquierda y las fuerzas latinoamericanas progresistas. No sólo porque allí nació el Che Guevara. Muchos escritores y científicos de primer nivel nacieron y estuvieron allí. Allí nacieron y se desarrollaron luchas y conquistas populares que iluminan de esperanza nuestra historia y nuestro futuro”.

“Quiero compartir este doctorado con los estudiantes y los profesores que fueron asesinados y desaparecidos durante la última dictadura militar argentina y otras dictaduras militares en nuestro continente, por su memoria siempre viva, por su ejemplo siempre presente”.

“En ciertos momentos esas dictaduras parecían invencibles, pero pudimos derrotarlas, rescatando la democracia y construyendo un camino de libertad y progreso social. Los tiempos actuales en muchos países de nuestra región también son sombríos y el fascismo amenaza de nuevo nuestros pueblos. Pero no tengo la menor duda de que días mejores y más justos van a venir, porque sabremos cómo conquistarlos”.

El resto de la exposición de Lula en “Reflexiones al atardecer. El escenario global post pandemia”puede reproducirse en el siguiente enlace:

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