El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, cuya designación como ministro fue suspendida por un juez, publicó una carta abierta en la que reclama que se haga «justicia» y afirma ser víctima de «actos injustificados de violencia». Dijo que la grabación y divulgación de sus conversaciones «violentaron la intimidad de su familia».
«Justicia, solamente justicia es lo que espero para mí y para todos en el marco de la vigencia del estado de democrático de derecho», sostuvo el designado jefe del gabinete de la presidenta Dilma Rousseff.
«No tuve acceso a grandes estudios formales, no soy doctor ni jurisconsulto, pero sé distinguir, como todo ser humano, entre lo justo y lo injusto», continuó la misiva del líder del Partido de los Trabajadores publicada en los medios brasileños.
Lula juró como nuevo ministro en la mañana del jueves y 40 minutos más tarde su nombramiento fue suspendido por el juez Itagiba Catta Preta, de la primera instancia federal de Brasilia.
El letrado dijo contar con «indicios» de que Rousseff nombró a Lula para evitar que éste sea procesado por el juez Sergio Moro, también de primera instancia a cargo de la causa por corrupción en Petrobras.
La cautelar del magistrado Catta Preta fue rechazada en la noche de ayer por la cámara de Brasilia, pero ya fue promovida otra medida similar por una jueza de Rio de Janeiro, por lo cual el ex mandatario no puede ejercer el cargo de ministro.
Al convertirse en ministro Lula gozará de fueros privilegiados y sólo podrá ser procesado en el Supremo Tribunal Federal.
El abogado general de la Unión, José Eduardo Cardozo, apeló a la decisión del magistrado Catta Preta al que cuestionó por ser parcial, debido a su conocida militancia en grupos por el «impeachment» de Rousseff.
En su carta Lula disparó críticas aparentemente a Moro, quien lo investiga por la corrupción en Petrobras y el martes entregó a la prensa una grabación de una conversación telefónica del ex mandatario con Rousseff.
