«Estoy feliz por el triunfo, pudimos cortar la racha y darle una alegría a la gente». Ricardo Lunari logró el primer objetivo, romper con la sequía de goles, que llegó a 695 minutos sin anotar; y conseguir una postergada victoria, para traer algo de tranquilidad en el Parque, con un Coloso que estuvo lleno de abrazos y por una noche cambió reproches por aplausos.
¿Qué cambió Lunari? Algunos detalles simples que ayudaron. Modificar el esquema dio resultado. El 4-4-2 le dio al equipo más estabilidad. Hubo errores defensivos, que tuvieron que ver con fallas individuales y no con el dibujo táctico. Pero Newell»s no sufrió tanto en defensa, y con la presencia de dos nueves, Mateo Silvetti y Banega más adelantado hubo más capacidad ofensiva, aunque Lunari deberá seguir trabajando para asociar mejor a Juanchón y Ramírez, o en algún partido probar a otro atacante de características distintas como Besozzi o Cardozo.
Banega estuvo mejor y el equipo fue otro. Y además ejecutó muy bien la pelota parada, para que Newell’s aprovechara uno de los tantos tiros de esquina o foules cercanos al área. Un arma que puede solucionar mucho.
Quedan 12 partidos. Lunari aspira a ser confirmado como DT oficial y sabe que eso sólo será posible si los resultados acompañan. Y el primer paso fue bueno. Hubo victoria, le dio chances a algunos pibes y cambió el ánimo del hincha, al menos por un rato.
El objetivo es ahora intentar clasificar a la Sudamericana. Y la distancia no es mucha. Hoy la Lepra está a cinco puntos de la zona que otorga un boleto al certamen continental. Y si mete un par de buenos resultados, la chance será real. Si lo logra, Lunari pasará a ser la principal alternativa para 2025. Aunque por ahora todo será partido a partido.
