Françoise Hardy, icónica cantante, autora y actriz francesa, falleció a la edad de 80 años tras una larga batalla contra el cáncer. Nacida en París en 1944, su infancia estuvo marcada por la ausencia de su padre y las dificultades económicas de su madre. A pesar de crecer en una época dominada por la música tradicional francesa, Hardy se vio atraída por el emergente movimiento pop estadounidense, lo que la llevó a convertirse en una figura clave de la escena musical francesa de los años 60.
Su canción «Tous les garçons et les filles» (1962) la catapultó a la fama internacional y la convirtió en un ícono de la moda de la época. A lo largo de su carrera, Hardy lanzó una veintena de álbumes, explorando diversos géneros y manteniendo una melancólica sensibilidad que la caracterizaba. Su vida personal estuvo marcada por relaciones tumultuosas, incluyendo su matrimonio con Jacques Dutronc, del cual se separó más tarde.
Además de su carrera musical, Hardy incursionó en la astrología y la escritura, compartiendo abiertamente sus experiencias y opiniones sobre diversos temas. Comprometida con causas sociales, abogó por la legalización de la eutanasia en Francia, una lucha que encontró apoyo en el presidente Emmanuel Macron.
El legado de Françoise Hardy perdurará como un símbolo de una era dorada de la música pop francesa, mientras que su influencia trasciende fronteras, dejando una marca indeleble en la cultura popular.