Durante un raid mediático que incluyó declaraciones a tres radios y una entrevista en vivo en un canal de televisión de cable, Macri dijo que algunos dirigentes de la oposición «se tientan por el oportunismo político y quieren sacar ventaja» de su situación judicial.
«Mis abogados me mostrarán si se puede o no acelerar el juicio oral, pero depende mucho del juez, que ha hecho todo al revés para complicar la situación y no para esclarecer la verdad», dijo el ingeniero.
Macri insistió en que en la ciudad de Buenos Aires «no hay ningún servicio de inteligencia» y dijo que «no se hace un servicio de inteligencia o una red de espionaje para escuchar a ocho vecinos comunes, y en donde no hay ni un político, ni un empresario importante».
En el hipotético escenario que se lo declare culpable, Macri reconoció que sus aspiraciones políticas quedarán sepultadas. «Si fuese culpable no hay ninguna duda», respondió pero aclaró que eso «es imposible».
Como lo dijo su asesor más influyente, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, Macri repitió que a los vecinos porteños no les interesa el caso de las escuchas. «Frente al hecho de que te puedan matar, robar o violar, y el desafío de llegar a fin de mes con la inflación, el tema de las escuchas resulta un tanto abstracto», dijo.