El candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, encabezó ayer un el acto de relanzamiento de esa fuerza política y destacó la unidad del PRO, la Coalición Cívica y la UCR, al tiempo que dijo que para él “es un honor ser candidato a presidente de un partido centenario como el radical” y convocó a “representar al 60 por ciento de los argentinos que quieren un cambio”.
En el estadio cubierto del club Ferrocarril Oeste, Macri se mostró junto a sus pares de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y de la UCR, Ernesto Sanz, con quienes tuvo gestos contundentes de unidad, así como con los candidatos de distintas provincias que se sentaron en la primera fila.
“Supimos dialogar y construir más allá de las diferencias históricas. Para mí es un honor ser candidato a presidente de un partido centenario como el radical”, afirmó el líder del PRO en el escenario ubicado en el centro del estadio y agregó: “Esto que hemos logrado tenemos que valorarlo”.
Durante su discurso, Macri saludó a Carrió y sostuvo que Sanz será “un ministro de Justicia histórico”, pero también tuvo palabras para cada uno de los candidatos presentes, como el radical Gerardo Morales, que se postula para la gobernación de Jujuy, o Carlos Reutemann, que va como senador nacional por Santa Fe.
Buscó así poner de relieve la unidad de los partidos que conforman Cambiemos y arengar a la tropa de cara a las elecciones del próximo 25 de octubre cuando, según dijo, será el momento de “dar el paso de incluir y representar al 60 por ciento que quiere un cambio, a los socialistas, a los de izquierda y a los peronistas que no están de acuerdo con el kirchnerismo”.
Luego de reiterar su compromiso de llegar a la “pobreza cero”, “acabar con la droga y el narcotráfico” y “unir a los argentinos”, Macri agregó: “Ahora les voy a decir lo que no voy a hacer. No voy a hablar y hablar sin escuchar a nadie, y mucho menos en cadena nacional”.
“No voy a mentirles ni con el Indec ni con la pobreza, ni quitarle ayuda social a nadie. Tampoco voy a creerme dueño del Estado, porque el Estado debe estar al servicio de la gente”, añadió el líder del PRO.
En la misma línea, dijo que “no” quiere “que se use al empleo público como una cueva de La Cámpora, eso es estafar a la gente” y tampoco “sacar o poner jueces por antojo”.
La apertura del acto estuvo a cargo de Carrió, quien aseguró que Cambiemos está “ganando la elección” y se manifestó “contenta de acompañar a Mauricio como presidente”.
“No le hagan caso a la cultura de las mafias. Se dice que Mauricio no es tan fuerte, sólo porque no es mafioso y busca el diálogo”, sostuvo la diputada de la Coalición Cívica.
Luego, Sanz recordó al expresidente radical Raúl Alfonsín y las elecciones de 1983 para trazar un puente con la actualidad, al afirmar que en aquel entonces “la polarización era entre democracia y dictadura” y “hoy también hay una polarización” pero con “el populismo autoritario”.
“Del otro lado estamos nosotros, los que queremos vivir en una República democrática, plural y con justicia”, continuó Sanz y agregó: “Con Lilita Carrió tenemos la autoridad moral de decirles que la opción que representa a la política democrática tiene el nombre de Mauricio Macri”.
A su turno, la candidata a vicepresidenta, Gabriela Michetti, consideró que el país está ante “un momento histórico” y sostuvo que se necesita “la política que en vez de tirar nafta al fuego viene a superar el conflicto”.
Al acto concurrieron también las candidatas a gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y al Parlasur, Mariana Zuvic, además de todos los dirigentes del PRO y funcionarios del gobierno porteño.
También estuvieron presentes los postulantes provinciales de la UCR Luis Naidenoff (Formosa), Eduardo Brizuela del Moral (Catamarca); el gobernador de Corrientes, Ricardo Colombi; el diputado radical Ricardo Alfonsín y el dirigente de la Coalición Cívica Héctor “Toty” Flores, entre un nutrido grupo de referentes de todos los espacios que integran Cambiemos.
“Me cagó a patadas”
Mauricio Macri recordó ayer con humor la campaña de 2005, en la que compitió como candidato a diputado nacional con su actual aliada, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. “En 2005 fui candidato a diputado y me enfrenté a una candidata muy dura. En ese entonces no éramos novios y me cagó a patadas toda la campaña”, expresó Macri durante el acto que encabezó en el estadio cubierto de Ferro.
Mientras el público y los dirigentes políticos presentes reían y aplaudían el breve relato, el líder del PRO se acercó a la primera fila para darle un beso a Carrió.
En aquella elección, Macri y Carrió compitieron en la Ciudad de Buenos Aires como candidatos a diputado nacionales y el líder del PRO terminó ganando con el 33% de los votos, mientras que la por entonces líder del ARI obtuvo el 21,8.