El presidente Mauricio Macri llegó el jueves último a Reconquista para evaluar la situación de las inundaciones en el norte santafesino, pero lo hizo desde lo «privado», como se encargó de aclarar su gente de protocolo para justificar el plantón a las autoridades locales y, minutos después, a las de la comuna de Intiyaco.
Las reacciones fueron variadas y, ante la ausencia de información oficial, circularon las versiones sobre el breve recorrido del mandatario por territorio santafesino: una reunión sin prensa con algunos empresarios ganaderos, invitaciones gestionadas casi a tono personal a través de la seccional de una entidad ruralista y recorrido aéreo en compañía de un imputado por abigeato (robo de ganado) en 2016.
Encuentros de cercanía
Macri sorteó el contacto con autoridades políticas y con la prensa. Su visita a Santa Fe no fue anunciada oficialmente pero se había filtrado, y por ello las expectativas de los funcionarios por presentarle reclamos de obras por parte de Nación, abortadas sin más.
El extraño abordaje «privado» de un problema social y productivo por parte del presidente, sin embargo, no fue impedimento para la inclusión en la recorrida de un lanzado precandidato a gobernador por el mismo espacio político del gobierno, el diputado provincial Federico Angelini. El legislador, para colmo, no es oriundo de las zonas afectadas, sino de Rosario.
El entorno del presidente argumentó que lo de Santa Fe fue otro de los «encuentros de cercanía» que realiza el presidente, fuera de agenda y sin contactos institucionales.
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Son ocho los monos
Con los únicos que habló Macri en Santa Fe, y por apenas unos minutos, fue con ocho ganaderos. La cita fue en el parador propiedad de uno de ellos, Oscar Ayala, hermano del músico y productor rural Héctor Ayala, presente en la reunión.
Héctor, de acuerdo a lo que revela el portal Reconquista Hoy, contó cómo se gestó el encuentro. «No sabíamos nada, me encargaron si podíamos juntar seis o siete ganaderos chicos, me lo pidió Paula Mitre, de la Sociedad Rural de Vera. Tenían que ser pequeños productores, reunión privada, para presentarle la problemática de la gran inundación que hubo, el manejo de las aguas, nos sorprendimos muchísimo cuando supimos que (quien llegaba desde Nación) era Macri», recrea la nota.
Hubo, en ese encuentro del parador La Estancia, a la sombra del periodismo aunque con fotógrafos de Presidencia, un nuevo desplante aunque menor y anecdótico: “No quiso comer torta frita, dijo que andaba mal del estómago», tiró la confidencia uno de los Ayala. Ese «malestar» también le hizo rechazar el pan casero y el mate que le ofrecieron.
Papeles flojos
Otro de los presentes en el restaurante, y compañero de un sobrevuelo presidencial en helicóptero sobre las zonas inundadas, generó ruido, incluso entre sus pares. Se trata Walter Miguel Boniardi. Está imputado por abigeato –robo de ganado– en la localidad de Villa Ocampo y por pedido del fiscal Gustavo Latorre. La causa, de 2016, incluye con el mismo carácter a Pablo Catriel Boniardi y Ramón Adrián Giménez, además del policía Flavio Villán. La orden la había dado el fiscal Gustavo Latorre.