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Macri firmó polémico decreto que transforma la Secretaría de Deporte en Agencia

El rumor estaba instalado hace unas semanas. Los valiosos terrenos públicos que actualmente utiliza el Cenard podrán pasar pronto a manos privadas. Esa intención se hizo realidad a través de un DNU

El rumor estaba instalado hace unas semanas. La intención del presidente Mauricio Macri de eliminar la Secretaría de Deporte de la Nación (SDN) era una certeza que se comentaba por los pasillos de la Casa Rosada y entre el círculo político y empresarial del mandatario argentino. Este miércoles esa intención se hizo realidad a través de un Decreto de Necesidad de Urgencia que fue publicado en el Boletín Oficial bajo el número 92/2019. Así, la Secretaría que estaba a cargo de Diógenes de Urquiza Anchorena, bajó de rango y desde ahora será la Agencia de Deporte Nacional (ADN).

De todas formas, no es la primera vez que se toma una medida polémica con respecto al deporte nacional. A fines del 2017 se aprobó la reforma tributaria que significó la eliminación de un ingreso fundamental para el deporte. Se derogó del inciso A del artículo 39 de la ley 26.573, el impuesto del 1 por ciento que se les cobraba a las empresas telefónicas con el objetivo de financiar a los representantes argentinos en las competiciones internacionales a través del Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo). Con el artículo anulado, desde la Secretaría de Deportes, comandada en aquel entonces por Carlos Mac Allister, el gobierno anunció que se iba a continuar con la financiación a través de una partida fija todos los años. ¿El problema? Con la inflación sin parar y la partida fija, la inversión era mínima.

Y ahora llega un nuevo golpe. La intención del presidente hace agua por todos lados y sumó todo tipo de rechazos (ver aparte). Es que los DNU, a pesar de ser sancionados sólo por el Poder Ejecutivo, tienen validez de ley. Y como su nombre lo indica, sólo deben dictarse en situaciones excepcionales, como cuando sea imposible seguir los trámites para sancionar leyes mediante el Congreso.

Aquí surge el interrogante sobre la prisa de Cambiemos en anular la SDN. ¿Por qué no esperar hasta que el Congreso inicie sus sesiones ordinarias el viernes 1º de marzo? ¿Cuál es la urgencia qué vive el deporte y qué pasa por sobre los problemas cotidianos de los ciudadanos que no llegan a fin de mes debido a los constantes aumentos de servicios, comidas y el costo de vida?

La premura –explica el periodista Ernesto Rodríguez III– está dada en la misma naturaleza del DNU, que una vez firmado por Macri debe ser ratificado en diez días hábiles por una comisión bicameral. Pero al estar en receso el Congreso hasta inicios de marzo, los plazos pueden extenderse.

Sea o no ratificada la creación de la Agencia de Deportes Nacional por los legisladores, el ente puede ponerse en funciones en cuanto esté firmado el DNU, por lo que todos los actos jurídicos en “el mientras tanto” serán válidos aun cuando el Congreso establezca posteriormente la nulidad de la normativa.

Y aquí se podría entender el apuro de Cambiemos. Es que en el punto en el que se habla de los recursos que tendrá la ADN, se observa que provendrán de aportes por parte del Estado, partidas presupuestarias y de ingresos provenientes de “recaudaciones que se obtengan por las actividades que se realicen en sus instalaciones; ventas, locaciones u otras formas de contratación de sus bienes muebles y servicios; el producido total o parcial de la organización de concursos, actividades deportivas y otros eventos; recursos obtenidos por contratos de concesión, permiso de uso, locación, derechos publicitarios y comercialización; y fondos provenientes de explotación de bienes muebles y servicios arancelados, contribuciones, subsidios, donaciones, cesiones de bienes muebles que reciba, entre otros”.

Macri, a través de esto, básicamente le abre la puerta grande a la privatización del deporte. ¿Por qué? Es un deseo que tiene el empresario desde que era presidente de Boca: su obsesión con las Sociedades Anónimas Deportivas. Una concepción del deporte como negocio. Por eso, no debería sorprender que entre los interesados en disponer de los predios aparezcan apellidos ya reconocidos de los amigos del presidente. Incluso, Rodríguez en su investigación indica que “ya se especula que uno de los focos estará puesto en el complejo de nueve hoteles de Chapadmalal cuya gestión está bajo la órbita de Turismo”.

A la hora de detenerse en los terrenos públicos, hay que repasar que estos suman un total de 700 hectáreas de tierras fiscales repartidas entre los terrenos del Cenard, los predios del Centro Recreativo Nacional y el Estadio Nacional de Béisbol en Ezeiza; el Cenade en Esteban Echeverría y las locaciones en torno a la Pista Nacional de Remo, en Tigre, que acumulan otras 124 hectáreas más. Y también hay que tener en cuenta que su administración depende ahora de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y no la Agencia de Deporte Nacional.

De acuerdo a lo que indica el decreto, esta nueva agencia será un “organismo descentralizado y autárquico actuante en la órbita de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación”.

Además, se afirma que “se continuará con la ejecución de los programas de gobierno en materia deportiva, propiciando una política basada en los pilares de transparencia, desarrollo sustentable y sostenible del capital humano para la actual y futuras generaciones de deportistas”.

Y aquí aparece una palabra que le gusta utilizar mucho a Macri, pero que es de aplicación dudosa: “transparencia”. En ningún pasaje del DNU se especifica cuál será el organismo que ejercerá el control de lo que se haga. Sí que será la Agencia de Administración de Bienes del Estado la que defina qué, cómo y a quién se le alquila/vende, pero no quién lo controlará.

En la urgencia, el DNU no sólo se saltea los tiempos del Congreso, sino que modifica y deroga leyes que fueron discutidas y aprobadas como la ley 20.655 (Ley del Deporte), la 24.052 (Comisión Nacional de Automovilismo y Motociclismo Deportivo), la 26.573 (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) y la 27.201 (Ente Nacional de Desarrollo Deportivo). Y además, le quita competencias de autoridad a la Confederación Argentina del Deporte (ver página 13).

Tal vez sean sólo especulaciones por el grado de polémica del DNU, pero todo indica que este 2019 tendrá al deporte argentino financiándose con un escaso presupuesto y con un aporte que llegará desde los negocios que hagan los mismos de siempre…con ganancias para unos pocos.

“Si hablan, les sacan la beca”

Luego de que se conociera la noticia de la creación de la Agencia de Deporte Nacional (ADN), Rodolfo Paverini, presidente de la Confederación Argentina del Deporte (CAD), cuyo poder se vio disminuido a través del flamante DNU que firmó Macri, afirmó en el portal ‘Doble amarilla’ que esta medida tiene como objetivo “transformar esto en una agencia inmobiliaria del deporte para empezar a vender sus activos”.

En la ley de Deporte había tres entidades que funcionaban con la Secretaría: el Comité Paralímpico, el Comité Olímpico Argentino y la CAD. Cada uno afiliaba a sus actividades y la CAD agrupaba a todos, a las disciplinas olímpicas, no olímpicas, a las provincias y a los municipios. En el decreto, se anuncia que la CAD no es más un órgano de autoridad, es decir, le sacan la personería para que no sea entidad superior del deporte.

“El deporte en Argentina hace tiempo se viene desfinanciando”, destacó Pavarini. Y amplió: “Tuvo su corolario con la derogación del artículo que al Enard le permitía cobrar el 1 por ciento de la facturación de telefonía celular. Desde ese momento, el estado destina sólo una suma fija, en medio de este proceso inflacionario de 50 por ciento de inflación anual”. Sobre los deportistas, el dirigente enfatizó en que “no pueden hablar” porque “los tienen a todos amenazados”.

“Si hablan les quitan la beca. Soy presidente de la CAD, hablo con deportistas y les digo “¿por qué no hablan?” y me dicen que es lo poco que tienen para subsistir, para entrenar y es su carrera”, amplió.

El predio más cotizado, al mejor postor

Ubicado a la vera del Río de La Plata, el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) cuenta con 115.000 metros cuadrados. Tiene instalaciones al aire libre, un complejo de canchas de tenis, de fútbol, pistas de atletismo, una pileta olímpica cubierta, un espacio para patinar, una cancha de hockey de césped sintético, una cancha de hockey sobre patines, palestra de escalamiento, varios gimnasios equipados para básquet, vóley, handbol, bádminton y gimnasia artística, entre otros.

Desde 1992 cuenta con un laboratorio de control antidoping y tiene Asistencia Médica Preventiva. Fue construido en la década de 1950 durante la presidencia de Juan Domingo Perón. En ese momento, el predio era ocupado por el Club de Correos y Telecomunicaciones y de Arquitectura. Tres años más tarde, por decreto 15.859 del Poder Ejecutivo, el predio fue cedido al Ministerio de Educación y Justicia como Centro Nº 1 de la Dirección Nacional de Educación Física para ser utilizado por Acción Social y Deportiva. Tuvo años de cierre, como durante la Revolución Libertadora, años de abandono y otros de inversiones. Ahora, el predio corre riesgo de venta.

Macri confirmó cuando saludó a los jóvenes atletas argentinos que participaron en los Juegos Olímpicos de la Juventud que la idea era mudarlo: “(Tenemos que) estar listos para mudarnos a esas instalaciones que va a ser algo maravilloso para el sur de la ciudad y para el futuro del deporte”, dijo. Y esa mudanza está en marcha. La idea del mandatario es trasladar el Cenard de Núñez al predio del Parque Olímpico de Villa Soldati, al sur de la ciudad de Buenos Aires, donde se realizaron los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018.

Con la mudanza, las tierras en manos de Horacio Rodríguez Larreta y la habilitación a partir del DNU de alquilar los precios vuelven a aparecer los rumores del negocio inmobiliario: en Núñez el metro cuadrado tiene un valor de 3.591 dólares mientras que en Villa Soldati apenas alcanza los 665 dólares.

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