En el Cenard, Carlos Javier Mac Allister se siente como en su casa. Llama por el nombre de pila desde el portero hasta el cuidador de la pista de tartán. A su paso, todos lo saludan: las Leonas cruzan al trote y él les tira una frase de aliento. Mientras va a su despacho del tercer piso va repasando la agenda con su ayudante. Parece práctico, va al grano, no pierde tiempo en las periferias. Mira a los ojos y habla con convicción. Parece el mismo Colorado que sobresalía de la media del jugador de fútbol en sus tiempos de jugador de fútbol.
«Mucha gente no lo recuerda o no lo sabe. Pero a mí Mauricio Macri me echó de Boca cuando llegó a la presidencia. Se tomó 6 meses para ver el cuadro de situación general y después tomó la decisión de que varios jugadores nos fuéramos. Pensó que varios de nosotros habíamos cumplido un ciclo en Boca», inicia el dialogo Mac Allister.
– ¿Tenía razón?
– Y… Nosotros no supimos interpretar que con algunos pequeños cambios hubiéramos podido seguir.
– ¿Y en ese momento no quedaste herido con Macri?
– Siííííííí´… Quedé muuuuuy herido. Puf… Pero tenía razón. Nosotros no lo supimos entender.
– ¿Y hoy cómo lo ves, cómo lo podés describir al Presidente?
– Es una persona… Yo creo que es mucho mejor formando equipos que hablando (ojalá que no se me enoje). Es práctico, no te miente, va al hueso de las cosas, no pierde tiempo con las nimiedades… Si te dice que sí es sí y si dice que no es no. No la caretea y es un capo armando equipos de trabajo. Si él quiere quedarse hablando de fútbol después de que tratamos los temas importantes, te lo hace saber enseguida. Sino, al grano.
– ¿Qué Cenard recibiste?
– Un Cenard que podemos mejorar y del cual ya tenemos parte del presupuesto para hacerlo sin que el dinero salga de la Secretaría de Deportes.
– ¿Y de dónde saldrá entonces?
– Del gran aporte que hace el Enard. Ese fue un gran acierto de la gestión anterior: la creación del Enard. Ayuda mucho a los deportistas, le otorga becas, colabora ayuda mucho con los atletas y en forma directa. La constitución de ese ente fue muy positiva. Y yo trato de destacar eso. Ahora vamos a hacer 1600 escuelas de iniciación deportiva en toda la Argentina, divididas según la cantidad de habitantes de cada provincia, las federaciones nos van a dar las capacitaciones para los entrenadores y la detección de talentos… Las provincias van a poner el lugar en dónde se monten esas escuelas y también elegirá a los entrenadores. La Secretaría de Deportes va a financiar y controlar que ese esquema llegue a buen puerto.
– Se vienen los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. ¿Llegamos bien en comparación a otras veces? Obvio que ni los triunfos serán méritos de tu gestión ni las decepciones serán atribuibles a tu Secretaría…
– Por supuesto. Pero creo que los deportistas llegan bien. Tienen sus becas al día y ahora vamos a conseguir un aumento de entre un 30 o 40 por ciento más para repartir en mayor cantidad de atletas. Yo creo que vamos a ir bien…
– Pasemos al deporte más profesional. El Presidente habló de la figura de sociedad anónima… ¿Coincidís con que se cree esa modelo?
– Creo que hay que cambiar la relación del Estado y los clubes. Está visto que así no va. Una cosa son los gerenciamientos en el fútbol y otra las sociedades anónimas. Algo hay que hacer urgente. Por eso propongo que varíe el vínculo entre el Estado y el fútbol.
– ¿Por qué?
– Porque el problema radica en que todo el mundo mira a Boca, River, San Lorenzo o… Huracán… Pero no ven a Deportivo Bernasconi o a Unión General Campos de Hacha. No ven los que les pasa, sus carencias, los esfuerzos, la artesanía y las piruetas que deben hacer para mantenerse…
– ¿Entonces?
– Entonces la solución pasa por que las cosas no sigan como están. Porqué así quedó demostrado que la cosa no va. Porque fracasamos, porque cada 8, 9 o 10 años el Estado viene y nos condona la deuda, nos zafa de las cargas sociales. Cada 2 por 3 llega un dirigente, nos entierra con una deuda al club de 300 o 400 millones, se va, no pasa nada y todo sigue igual. Y así el que pierde siempre es el Estado, que somos nosotros: vos, él, yo…
– ¿Y la solución a eso te parecen las Sociedades Anónimas?
– Yo creo que previo a eso hay muchas cosas más por debatir. Y lo que está haciendo Mauricio es lo que creo que debe hacer: promover y abrir el debate. Eso es lo importante. Discutir modelos y después acordar para mejorar. Pueden haber muchas variantes. Qué se yo: gerenciamientos del fútbol de los clubes, fondos de inversión, fideicomisos… Muchas formas. Tengo entendido que a Armando Pérez le fue bien, por ejemplo.
– No era una sociedad anónima sino el gerenciamiento sólo del fútbol de Belgrano.
– Y está bien. Por eso te digo: hay que discutirlo, tratarlo, debatirlo. La sociedad futbolística se debe esa charla. Y va a ser enriquecedora.
– En los 90 ya se tuvo ese debate en la AFA.
– Sí, durante la gestión de Grondona. Lo líderes rara vez forman. Y él fue en esa línea: manejó la AFA como quiso durante muchos años. Entonces esa última elección fallida fue una imagen muy clara de lo que es la AFA post Don Julio hoy: ni siquiera se pudieron contar bien los votos.
– Esta vez se quieren presentar varios candidatos: Segura, Armando Pérez, Nicolás Russo, Claudio Tapia, Tinelli… hasta Moyano amaga con presentarse ´si los muchachos me lo piden´… ¿Quién te parece el más capacitado de todos ellos?
– No soy yo el indicado para decir quién debería ser. Si el de Boca, River, San Lorenzo, Tinelli o Segura… Es un tema de los dirigentes que deben resolver ellos. Cuando llegue el nuevo presidente, es mi obligación es acercarme para ver qué podemos hacer en conjunto con la Secretaría de Deportes, más allá de que la AFA es autónoma. Se pueden trabajar en conjunto muchos temas como la seguridad, potenciar las escuelas, las redes en el Interior, etcétera…