Con el manual maquiavélico en la mano, el gobierno prepara sus peores jugadas para después de las elecciones. Tras la barrera del 27 de octubre caerán los cepos que pesan sobre la cotización del dólar, llegarán los tarifazos cuyos pagos se patean para adelante, y, muy especialmente, el gobierno terminará de delinear el modelo neoliberal que deja contentos a los mercados.
Este martes trascendió el anuncio que el gobierno nacional hizo a inversores extranjeros, con precisiones sobre su plan económico, donde confirmó que después de las elecciones de octubre avanzará con la reforma laboral con el apoyo del candidato a vicepresidente Miguel Pichetto y otros peronistas “amigos”.
En una reunión organizada por Goldman Sachs, el ministro de Economía Nicolás Dujovne y el vicepresidente del Banco Central, Gustavo Cañonero, dieron un panorama optimista de la situación económica, mientras que el consultor de Poliarquía Alejandro Catterberg se encargó de dar la mirada positiva sobre el futuro electoral del oficialismo.
Utilizando los datos de Poliarquía, Dujovne dio por hecho que Mauricio Macri logrará la reelección e incluso hizo una proyección de las medidas del gobierno para el hipotético segundo mandato, en las que prometió que ahora sí avanzarán con las reformas.
El Pichetto de la suerte
El ministro aseguró que Pichetto les permitirá “aumentar la gobernabilidad en un futuro gobierno”. Y agregó que Cambiemos sumó 14 puntos de intención de voto en los últimos dos meses, lo que equiparó con el crecimiento previo a la legislativa del 2017. En ese orden, aseguraron que la estabilidad cambiaria logró cambiar el ánimo de los votantes.
Los números del desempleo y de la recesión no asustan a los inversores, toda vez que ayudan a conseguir la baja de los salarios en términos reales, uno de los objetivos iniciales de un modelo neoliberal.
Triunfo “seguro”
Después de ese triunfo “seguro” que proyectó para octubre, Dujovne le prometió a los inversores que será el tiempo de las reformas. Para ello recordó que en 2017, con minoría en el Congreso, lograron imponer “pequeñas” reformas en lo laboral, previsional e impositivo.
Probablemente omitieron que en aquel momento Pichetto se transformó en freno a la reforma laboral, luego de consultar a la CGT y recoger un rotundo rechazo al proyecto. Esta vez Pichetto estará del lado del gobierno pero el resto de los senadores y la central obrera, forman parte de la oposición, aunque todo esto no formó parte de la optimista versión de los funcionarios del gobierno.
En el oficialismo creen que su flamante socio peronista les aseguró que podría conseguir que cinco senadores de su ahora ex bloque actúen en sintonía con Cambiemos. Entre ellos estarían Carlos Menem, Dalmacio Mera y Carlos «Camau» Espínola. Sumados a los de Cambiemos, a los del salteño Juan Carlos Romero -Carlos Reutemann, Guillermo Pereyra, Lucila Crexell y María Cristina del Valle Fiore Viñuales-, y a los misioneros Maurice Closs y Maggie Solari, el oficialismo cree que podrá avanzar en la Cámara alta.
Apertura agresiva
El ministro también prometió que Macri cerrará el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, y que tanto Brasil como Argentina coinciden en que hay que reducir los aranceles del bloque regional. “Los cambios deben ser muy agresivos en la apertura de la economía y la reducción de aranceles”, señaló.
El ministro tuvo que referirse a Cristina Kirchner e hizo un análisis curioso. Les aseguró a los inversores que sólo el 14 por ciento de los votantes de las provincias apoya a la ex presidenta, a pesar de que ninguna encuesta le da menos de 30 puntos. El resto se inclina por Macri, aventuró.
Dujovne agregó que los gobernadores no apoyan a Cristina y prefieren a Macri, a pesar de que ninguno se animó a llevarlo en su boleta y hasta los propios desdoblaron elecciones. El funcionario analizó el cierre de listas y se esperanzó en que los candidatos de Cambiemos tengan mayores posibilidades de atraer indecisos, ya que la ex presidenta las copó con “leales” para defenderla de sus problemas judiciales.
Pasó el tiempo de las bombas
En otro tramo de la reunión, Dujovne insistió en la necesidad de ganar las elecciones para ir nuevamente al Congreso con la reforma laboral, y argumentó que en los primeros 3 años de gestión, se gastó una gran cantidad de capital político en el desmantelamiento de las “bombas de tiempo” que dejó el kirchnerismo.
Dujovne también aseguró que la economía argentina está rebotando y que el PBI creció en el segundo trimestre y seguirá mejorando en el tercero. Arriesgó que el crecimiento podría ser positivo este año, empujado por las exportaciones agrícolas y de energía.
Finalmente, el ministro dijo que por primera vez durante la gestión de Macri este año la tasa de inflación coincidirá con las expectativas. Curiosa lectura, el objetivo no es bajar la inflación sino acertar el pronóstico.