El presidente Mauricio Macri llegó en helicóptero a la Casa Rosada en la mañana de este lunes marcada por la contundente derrota electoral del oficialismo. Entró por el Salón de los Bustos y enseguida convocó a su despacho a los funcionarios más cercanos. El mandatario resolvió postergar para la tarde la inevitable reunión de Gabinete que se preveía para bien temprano: será pasadas las 15.30, para evaluar la evolución de las variables financieras que empujan los llamados –con eufemismo– mercados.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, ya estaba en el despacho presidencial cuando Macri abrió la puerta. El coordinador de los ministros ya había convocado, para entonces, al titular del Banco Central, Guido Sandleris, para analizar la evolución del dólar, pivote sobre el cual se manejó el oficialismo ante su imposibilidad de mejorar el resto de los indicadores económicos.
Sin control
La reacción de los jugadores financieros, temprano, se hizo sentir: Las acciones de las empresas argentinas en Wall Street se desplomaron más de 20% y los bonos, el 6%. El dólar llegó a venderse a 53 pesos en algunos bancos apenas arrancó la rueda de cotizaciones. Antes que eso, el Galicia lo ofrecía a 49, y a las 8, el ISBC lo cotizaba cerca de los 56. Pasadas las 11, algunas entidades lo tenían a más de 60 pesos.
La reunión de Gabinete estaba prevista para las 11. El oficialismo la postergó para las 15.30 en el marco de pedidos de la oposición triunfante en las Paso para que no se desentendiera del discurrir de la economía y sus variables porque, dijeron los referentes máximos del Frente de Todos, la responsabilidad de la gestión nacional sigue siendo de la coalición Cambiemos. Antes del cambio de horario, hubo un informe de Sandleris y del jefe de Hacienda, Nicolás Dujovne.
¿Cambios en Cambiemos?
Macri tuvo en la noche de este domingo un encuentro, en el ya desierto búnker porteño de Juntos para el Cambio en Costa Salguero, con algunos ministros. Algunos de ellos le adelantaron que estaban dispuestos a dejar sus cargos para oxigenar una gestión desgastada de acá en más por la contundente derrota en las urnas. La diferencia de más de 15 puntos en la encuesta de las Paso abre un horizonte complicado para el oficialismo, porque lo pone en el lugar de un gobierno que se va y le resta capacidad de maniobra.