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Macri toma receta keynesiana de Kicillof para frenar dólar

Aplicará una “flotación controlada”, como la que usó el kirchnerismo antes del cepo. La meta: sostener el billete verde entre 32 y 44 pesos. Los liberales ya pusieron el grito en el cielo por la intervención estatal "keynesiana", contraria a la prédica pro-mercado que usó Cambiemos en campaña

El gobierno aplicará una nueva medida en el mercado cambiario, destinada a dejar “flotar” al dólar entre los 32 y los 44 pesos, con el fin de evitar así saltos pronunciados en la cotización de la divisa, como sucedió en los últimos meses. De esta manera, el Banco Central terminaría con la “libre flotación” para dar paso a una “flotación controlada”, similar a la que implementó el ministro de Economía de Cristina Kirchner Axel Kicillof hasta la implementación del cepo cambiario. Una receta keynesiana, que ya comenzaron a repudiar los liberales, al sentirse traicionados tras la prédica pro-mercado que hizo Mauricio Macri en campaña.

Si bien hasta el momento no hubo información oficial al respecto, trascendió que ese sería uno de los puntos del nuevo acuerdo que la Argentina se encamina a cerrar con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Con el nuevo esquema de “bandas de flotación”, el “piso” para el precio del dólar no debería bajar de los 32 pesos, mientras que el “techo” oscilaría entre los 40 y los 44 pesos.

De aplicarse esta medida, que técnicamente se la conoce como “crawling peg” o “devaluación gota a gota”, la administración de Mauricio Macri dejaría definitivamente de lado la “libre flotación” sugerida por el ex presidente del Banco Central Federico Sturzenegger.

Así, con una “flotación controlada”, el tipo de cambio se moverá de acuerdo con una pauta fijada por la autoridad monetaria, en línea con el nivel de inflación.

Es decir que si se supera el techo o se cae por abajo del piso que se establezca, el organismo que conduce Luis Caputo podría intervenir para brindar estabilidad y previsión en el mercado cambiario.

Antes de llegar a una decisión de este tipo, la autoridad monetaria probó con subastas de divisas e las intervenciones monitoreadas por el Fondo Monetario.

El jueves, Caputo y otros funcionarios del organismo se reunieron con un grupo de agentes de Bolsa, administradores de fondos comunes de inversión y aseguradoras.

Luego de ese encuentro, algunos de los invitados coincidieron en que el Banco Central entiende que en los últimos días, el tipo de cambio encontró un equilibrio, en cercanías de los 40 pesos, y que ahora es necesario planificar el mediano y largo plazo en el mercado cambiario. Este viernes, la moneda norteamericana cotizó con tendencia alcista y cerró a 38,13 pesos para la venta, por lo cual acumuló en la semana una caída de 2,38 pesos.

Existen varios talones de Aquiles, pero quizás el principal es cómo hacer para que los exportadores no retengan su liquidación bajo la expectativa de que, cuanto mayor es la demora, mayor cantidad de pesos van a obtener por esos dólares que van a vender. El resto de las variables, piensan en el Palacio de Hacienda, deberían ir cediendo: tasa de interés, déficit fiscal, gasto público e inflación.

La última vez que se utilizó este mecanismo en Argentina fue bajo la gestión económica del ex ministro y actual diputado nacional Kicillof. En ese entonces, con menos inflación pero más consumo y mayor poder adquisitivo, el gobierno kirchnerista buscaba compensar la pérdida de competitividad del dólar de los años previos, cuando la inflación y los sueldos le habían ganado por lejos a la suba de la divisa. Finalmente, el gobierno de Cristina echó mano al cepo cambiario para detener las corridas y estabilizar el dólar.

 

Cautela de economistas

La posibilidad del crawling peg generó adhesiones y rechazos, pero sobre todo cautela entre los ex funcionarios Miguel Kiguel, Daniel Marx, y Martín Redrado

Kiguel, ex secretario de Finanzas, consideró en diálogo con Radio Mitre que “es muy deseable tener una banda cambiaria”, pero para ponerla en práctica “hacen falta reservas y capacidad de intervención”. Explicó casos de países donde funcionó muy bien la banda cambiaria, como Chile.

Por su parte, el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado consideró que “la banda (cambiaria) es un error porque siempre que vos explicitas algo, el mercado te mueve el arco”.

Por su parte, Daniel Marx, ex secretario de finanzas de Domingo Cavallo durante el gobierno de Fernando De la Rúa, consideró que más allá del tema de la banda “la situación cambiaria más calma debería ser acompañada con una baja en la tasa de interés” lo que mantenga el dólar en torno a los 40 pesos y permita reactivar la cadena de pagos.

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