Volvió a perder Central. El equipo de Edgardo Bauza sumó su séptimo partido consecutivo sin triunfos en la Superliga. Y se hunde cada vez más en una preocupante crisis futbolística. El verdugo de turno fue Lanús que, con pragmatismo y eficacia, lo superó como local por 2-0. Los auriazules volvieron a jugar un flojo primer tiempo, como viene sucediendo en cotejos anteriores. Y si bien mejoraron en el complemento, se expusieron a la contra y Lanús lo liquidó en el final.
Central comenzó el juego con una defensa ordenada en su campo, tratando de cubrir las bandas para que no progresen los volantes exteriores de Lanús. Y también hubo atención en la marca para el juego de los internos. Pero con el correr de los minutos, los auriazules fueron retrocediendo demasiado en el terreno y, a la vez, le cedieron un excesivo protagonismo al granate.
Y ese retroceso, ya sea producto de una falencia propia o del mérito ajeno, terminó costando muy caro. Es que cuando tuvo la primera, el local no perdonó. A los 16 minutos, un desborde de Marcelino Moreno por izquierda finalizó en centro y gol de Tomás Belmonte, que apareció por sorpresa y libre dentro del área.
El Canalla sintió el impacto. Y demoró casi 10 minutos antes de generar una asociación colectiva en campo contrario. Pero esa reacción apenas si fue suficiente siquiera para gestar una acción de peligro delante del arco que defendió Matías Ibáñez: un cabezazo de Miguel Barbieri que se fue desviado tras un centro de pelota parada ejecutado por Gil.
Inexpresivo, apático, muy poco agresivo, Central se fue al descanso en desventaja después de haber sido superado por su rival y sin ejecutar un remate franco al arco contrario. En la vereda de enfrente, desde la inteligencia en el manejo de los tiempos y la efectividad, Lanús justificó el 1 a 0 parcial.
Para el complemento, Bauza volvió al 4-4-2. Tal vez con la idea de acompañar mejor a Zampedri, el Patón incluyó a Germán Herrera por Agustín Allione. Y con esta nueva (vieja) fórmula, Central inició su búsqueda del empate.
Desde la vergüenza antes que desde el juego, el equipo de Bauza se adelantó en el terreno. Sin ideas, a puro empuje logró llevar a Lanús, al menos durante algunos pasajes, contra su área. Pero siempre con muy baja eficacia y puntería.
Primero ingresó Vergara en lugar de Camacho, y luego Riaño por Gil. Cambios ofensivos, aunque inofensivos. Recién a los 33 minutos Central ejecutó su primer remate neto al arco desde los pies de Herrera, que encontró una buena respuesta de Ibáñez.
No mucho más. Ni siquiera esa rebeldía para tratar de salir de una racha que parece interminable. El gol de Sand en el epílogo fue el golpe de nocaut de la lluviosa noche del sur bonaerense. Aunque Central ya está en la lona desde hace varios partidos.
