Un hombre de 43 años que estaba desaparecido desde el 10 de junio último fue encontrado muerto en el interior de un pozo de la vivienda de un conocido, quien se quitó la vida ingiriendo veneno cuando los policías llegaron para interrogarlo, en una zona rural cercana a Malabrigo, una localidad del norte provincial del departamento General Obligado y distante a 450 kilómetros de Rosario.
De acuerdo a lo informado este miércoles por fuentes policiales, Roberto Carlos Perrone era el principal sospechoso de la desaparición de Joaquín Tapari, de 43 años, quien había sido visto por última vez el 10 de junio pasado, y cuyo cadáver fue hallado este martes por la tarde en avanzado estado de descomposición en un pozo de la finca donde estaba residiendo Perrone.
Ambos hombres eran miembros de la comunidad El Buen Samaritano, un centro de recuperación del consumo problemáticos de sustancias, ubicado en Malabrigo.
De acuerdo al relato de los voceros, agentes de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) llegaron hasta un campo ubicado frente al basural de esta ciudad, a unos 4 kilómetros del radio urbano, con perros de rastreo, y fueron atendidos por Perrone.
Al tiempo que los investigadores hallaron el cuerpo de Tapari en un pozo negro, Perrone fue encontrado en el suelo de la vivienda rural dando muestras de dolor abdominal y con espuma blanca en la boca, por lo que fue trasladado hasta el hospital local, donde poco después murió, en principio por envenenamiento.
La pesquisa reconstruyó que Tapari, quien residía en el hogar El Buen Samaritano, fue a la casa donde vivía Perrone el jueves 10 de junio y no volvió a ser visto.
Ante la denuncia por su paradero y la consiguiente investigación, Perrone dijo que esa noche estuvieron cenando junto a una mujer y que al otro día dejó a Tapari en el ingreso a Malabrigo, pero no logró convencer a los policías.
Sobre el móvil del crimen, los investigadores sospechan que pudo tratarse de problemas de vieja data que se habían originado cuando ambos convivían en el hogar de recuperación.
La causa es investigada por el fiscal Leandro Mai, del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Reconquista, quien para la búsqueda convocó a detectives de su ciudad y a agentes de la Sección Perros de la capital provincial, desde donde llegaron también Bomberos Zapadores.
Mai ordenó además que los cadáveres fueran trasladados hacia la morgue del Poder Judicial de la ciudad de Reconquista, donde en las próximas horas se llevarán a cabo las correspondientes autopsias.
